Están siendo tiempos convulsos entre los grandes fabricantes de teléfonos móviles. Desde hace algún tiempo el mercado chino viene empujando con mucha fuerza y tras el no tan sorpresivo ascenso de Huawei, ahora en la tercera posición, llegó el fulgurante crecimiento de marcas como OPPO y Vivo, que desplazaron a históricos como LG o Sony a puestos inferiores.
LG lleva ya tiempo mostrando cierta debilidad en un sector que está claramente dominado por Samsung y en el que demuestra no estar acertando con sus últimas decisiones. Los últimos ajustes que llevó a cabo en sus divisiones fueron consecuencia de que el LG G5 no elevó las ventas como se esperaba y ahora, al cierre del segundo trimestre, las cifras no parecen ir mucho mejor.
La gama media resiste la caída
Si el pasado trimestre LG reflejaba una caída en las unidades vendidas, este nuevo trimestre no ha sido mucho mejor aunque las gamas medias están consiguiendo formar un colchón para que el desplome no sea aún mayor. Concretamente, las ventas se han reducido un 1% mientras que en el pasado trimestre fueron del 3%, sin duda buenas noticias dentro de lo malo.
13,9 millones de smartphones ha colocado LG en el mercado en estos últimos tres meses aunque buena parte de ellos han sido en las gamas medias. Como decíamos antes, han sido las encargadas de frenar la caída y es que pese a que todo parece ir mal, las líneas LG K y LG X han incrementado sus ventas en un 8% con respecto a las últimas cifras, algo que LG quiere reforzar a no mucho tardar con más lanzamientos.
En cuanto a resultados generales, LG ha informado de 12.050 millones de dólares de ingresos en el segundo trimestre, un 0,6% más que el mismo segundo trimestre del pasado 2015, y aunque el crecimiento ha sido muy leve los beneficios han aumentado de forma considerable. Concretamente, un 140% más que en 2015 llegando a los 503 millones de dólares, principalmente a causa de la división de aires acondicionados y el de televisores.
2.460 millones de dólares han sido los ingresos en la división de teléfonos móviles que cae un 6% con respecto al pasado año, y que además reporta pérdidas de 132 millones de dólares. No le van bien las cosas a LG en móviles, con meses de pérdidas, la salida del Top 5 de fabricantes mundiales y un LG G5 que no termina de dar lo que se esperaba de él.
LG podría tener un arma secreta, la renovación de la línea V que se inició con el LG V10 y que podría traducirse en un LG V20 para el segundo semestre y así tratar de remontar las pérdidas y mejorar la situación actual. Aunque visto lo visto, quizá lo mejor sería seguir invirtiendo en la gama media que en la gama alta, no les vendría mal llevar los LG Friends a categorías inferiores.
Vía | Fonearena
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