Qué fue de Zetta: el Apple español que presumía de fabricar en Extremadura y terminó en el Bellotagate

La historia de los móviles españoles da para varios temas. Tenemos casos como el de BQ, que rozó el cielo y descendió al infierno, otros que pasaron sin pena ni gloria por el mercado, compañías que intentaron morder más de lo que podían masticar y otras marcas que siguen ahí, como SPC. De hecho, hace poco analizamos en Xataka Android la SPC Gravity 4 Plus.

Sin embargo, hay un caso concreto que sigue en la memoria de muchos: el ‘Bellotagate’. Y es que, hubo una compañía que pasó sin pena ni gloria por el mercado español hasta que se publicó un artículo sobre la misma elogiando su innovación. A raíz de ahí se tiró del hilo y se descubrió el engaño y posibles prácticas ilegales. Esta es la historia de Zetta, la Apple española que quiso comerse el mercado y solo terminó dando un mordisco a una bellota.

Orgullo extremeño: todo se diseñaba y fabricaba en un pueblo de 16.000 habitantes. O eso decían ellos…

“Ojalá que algún día, esto sea noticia en todos los periódicos internacionales y que ponga Extremadura a la altura que se merece, porque aquí hay mucho talento”. En ese momento, la presentadora no sabía qué razón iba a tener, ya que Zetta saltó a los periódicos, pero por motivos muy distintos a los que se imaginaban.

En el vídeo que tienes sobre estas líneas podemos ver cortes en los que los responsables de Zetta afirmaban que creaban el software, diseñaban el hardware, “dibujaban” el PCB en un papel para luego eso trasladarlo a la fábrica y joyas como que era un dispositivo “100% de la tierra”.

Todo, absolutamente todo, se hacía en Zafra, un pueblo extremeño de 16.000 habitantes que soñó en algún momento con contar con una fábrica para dominar el proceso de fabricación de estos móviles y convertirse en el Sillicon Valley español. Pero, como puedes intuir, todo era una ilusión.

La historia comienza el 15 de octubre de 2016 cuando El Español dedicó un artículo titulado “El iPhone extremeño de la bellota sueña con comerse la manzana de Apple”. En él, Unai Nieto contaba una historia de superación al haber creado una empresa de telefonía móvil 100% española que estaba ganando terreno a marcas consolidadas.

En 2014 empezaron a vender teléfonos, pero realmente no eran muy conocidos y consiguieron el estrellato gracias al mencionado artículo. Que si tenían un móvil como el iPhone 7, pero a 330 euros, que si su pasión viene por su afición a desmontar cacharros, que si al quedarse sin trabajo empleó todo el dinero en formación para crear sistemas operativos por hobby… en fin, una aventura apasionante.

Sin embargo, en el mismo artículo ya se empezaban a ver algunas lagunas y a hablar sobre las acusaciones de que, realmente, los móviles de Zetta eran Xiaomis con una pegatina y un precio infladísimo. Y sí, así fue, pero no es lo único.

Xiaomis renombrados, con pegatinas y más caros

Internet fue fulminante. En cosa de poquísimas horas, Forocoches empezó a crear un perfil alternativo de Zetta. En un día, Zetta pasó de considerarse el “milagro extremeño” a un grupo de presuntos estafadores. Además de Unai, en esta historia hay más personas, y una de las importantes es Eric Cui.

Vamos a 2014. Parece que Cui trabajaba en una tienda a la que Nieto fue a comprar un móvil. Se pusieron a hablar y sus ideas cuajaron. De hecho, Cui afirmó que estaba trabajando en un prototipo de smartphone, pero tenía fallos de software. Nieto, como experto en software, podía arreglar eso.

Empezaron la aventura con piezas compradas en China, pero ensambladas en Zafra. De hecho, y como has visto en el vídeo, llegaron a decir que diseñaban los circuitos y se mandaban construir en China. Así, vendieron el primer teléfono en diciembre de 2014 con un éxito local que empezó a llamar la atención de los medios extremeños.

Volviendo a 2016 y a Forocoches, en cuanto el artículo de El Español vio la luz, el conocido foro empezó a “investigar” por su cuenta, y la verdad es que no tuvieron que profundizar demasiado porque saltaba a la vista lo que a medios ni expertos en tecnología (como los medios locales de aquella época) se les escapó: los móviles de Zetta eran todo menos originales.

De hecho, Forocoches lanzó una imagen en la que podíamos ver claramente que Zetta estaba trayendo móviles de Xiaomi, los renombraba, tapaba el logo con una pegatina o una carcasa y… ale, a vender como si fueran móviles propios.

¿Por qué? Bueno, pues porque en aquellos años no se podían comprar los Xiaomi de forma oficial en Europa y porque el acceso a esa información no era tan sencillo. Si querías un Xiaomi, debías comprarlo desde China y flashear la ROM para que funcionara aquí.

De hecho, no eran solo móviles de Xiaomi, también de Doogee y se puede ver que los móviles “renombrados” superaban ampliamente el precio de los originales, llegando a doblar la cifra en algunos casos.

No solo tapaban los logos externos, también los internos (como los que podía haber bajo la batería) y en la caja. De hecho, lo de la caja tiene guasa porque se vieron cajas con logos de JBL o Corning Gorilla Glass que no existían realmente en esos teléfonos. ¿Por qué los incluían entonces? Bueno, porque si en la caja te pone que tiene un cristal resistente o tecnología de JBL para los altavoces, queda mejor y más premium.

Apareció una supuesta conversación en la que Unai presumía del empleo creado (y se comparaba con BQ o Mercadona) y FACUA se puso manos a la obra instando a los consumidores a poner una reclamación ante Consumo por el cierre de la web de Zetta sin explicación alguna, y por las supuestas ilegalidades, claro.

Cuando los responsables empezaron a ver las orejas al lobo cambiaron el discurso. Que si ellos ofrecían servicio técnico (algo que Xiaomi, evidentemente, no tenía en España), que si daban una garantía, que si los adaptaban a las redes de aquí (difícil), que si el software… pero el problema es que con el software también había polémica.

En el software también metieron la pata no porque fuera malo, sino porque era ilegal

Vamos a lo del software. Supuestamente, Zetta creaba el software, luego resulta que lo modificaba, pero es que esa modificación estaba prohibida con fines comerciales. Y es que, utilizaban Cyanogen Mod, una versión de Android que, la verdad, molaba bastante en aquella época, pero que no permitía su distribución en móviles con fines comerciales.

Cyanogen Mod era de código abierto para el desarrollo libre y, como tal, no se podía vender, pero es que además tampoco traía las aplicaciones de Google que Zetta instalaba posteriormente. Así que, estaba incurriendo en:

• Venta de móviles con un sistema operativo que no podía incluirse por defecto en unidades puestas a la venta.
• Instalación de aplicaciones de Google de manera no oficial.

Tras el fiasco, intentaron seguir vendiendo Xiaomis, pero de otra forma

Todo se destapó en cuestión de horas en un ejemplo más de lo implacable que puede ser internet. Un día después de destaparse todo, se empezó a conocer que la Junta de Extremadura no había dado ayudas a Zetta, la compañía emitió un comunicado con varias lagunas en los que el discurso original cambió de “móviles 100% extremeños” a “ofrecer tecnología asiática para su uso en España” y todo empezó a venirse abajo de manera fugaz.

Visto que no colaba el seguir vendiendo Xiaomis como si fueran teléfonos propios, los fundadores de Zetta montaron una web llamada Manzanalibre. En ella (si intentas entrar, la conexión no es segura porque no existe) vendían iPhone y iPad, pero también varios modelos de Xiaomi.

La web Applicantes fue la que destapó en 2019 esta práctica al ponerse en contacto con Xiaomi España, quienes dijeron que “la web no es un canal oficial de venta de productos de Xiaomi en España”. Aquí, además, ya suponía un problema porque Xiaomi ya se encontraba operando en España de forma oficial.

Desde la misma web se pusieron en contacto con Zaframóvil, otro canal de venta vinculado con Manzanalibre para preguntar si los móviles Xiaomi que vendían eran completamente legales y si eran un canal de venta de Xiaomi. Según la conversación telefónica que Applicantes trasladó al artículo, quien atendió el teléfono respondió “un tímido sí”.

Como puedes ver, es una historia que muchos han catalogado como un ejemplo más de la picaresca española, aunque seguramente la justicia maneje otros términos para estas prácticas.

En Xataka Móvil | Qué fue de las marcas de móviles españolas: historias de éxitos, fracasos, engaños y resiliencia