Wild Blood, análisis

Wild Blood, análisis
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Hace unos días Gameloft lanzó para IOS, llegará a finales de mes para Android, Wild Blood: un hack and slash con dos novedades importantes. Por un lado la apuesta por el motor Unreal Engine para mover todo el apartado gráfico y por otro la de hacer un título original que no beba tanto de la influencia de éxitos de consola.

Bajo esta consigna llega Wild Blood, una aventura canónica que nos invita a repartir espadazos y hachazos a todo tipo de criaturas. Disponible tanto para smartphones como tablets, en nuestro análisis hemos decidido usar el nuevo iPad para exprimir al máximo uno de los pilares de esta nueva aventura.

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Espadas, magia, hechizeros y Unreal Engine

Wild Blood

La historia nos sitúa en un universo de fantasía influenciado de forma muy clara por la lírica de El Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda. Merlin, Lancelot, Morgana…nombres de sobra conocidos por todo y que en este caso será los protagonistas de nuestra historia. Nuestro objetivo será parar a Morgana y devolver a paz al mundo.

Como veis no es una historia que derroche originalidad. Hila muy bien todo el desarrollo pero tampoco es un alarde de originalidad. Tampoco lo necesita a decir verdad. Podrían haber trabajado más este aspecto, sin duda, pero no vende ninguna premisa narrativa y cumple con lo que promete: mamporrazos y acción.

Dicho esto, pasemos al turrón. Wild Blood nos propone acción en tercera persona donde tendremos que ir eliminando a todos los enemigos que se nos pongan en nuestro camino. Para compensar la falta de controles físicos, que para estos juegos es algo fundamental, se ha adaptado la parte táctil para que la experiencia no sea frustrante.

Poniendo el dedo sobre la parte inferior izquierda moveremos a nuestro héroe. En la parte derecha tendremos, fijos, los diferentes botones y comandos que tengamos según nuestras habilidades y el arma que tengamos equipada, esta última la podremos cambiar en la esquina superior derecha.

Hasta aquí todo bien, los controles son cómodos y a la hora de atacar el juego encadena automáticamente enemigos para que no tengamos que pelear con los controles y no terminemos corriendo detrás de ellos más que intentando eliminarlos. Aunque cumple muy bien en este apartado también tiene alguna carencia.

Los giros de cámara, se pueden controlar moviendo el dedo por la parte superior de la pantalla, nos permitirán ver qué nos rodea. Sin embargo a veces son un poco traicioneros. Por ejemplo en algunos momentos donde manejamos un arma en primera persona apuntar y moverse es algo lento. Además, a la hora de combatir hay algunos enemigos bastantes frustrantes, que no difíciles.

Wild Blood

A nuestra disposición tenemos tres armas. Empezamos con la espada y progresivamente iremos desbloqueando el arco y una pareja de hachas. Cada uno de ellas cuenta con una forma de uso diferente y algunos enemigos nos obligarán a enfundar y desenfundar según la estrategia que sigamos para eliminarlos. Ir siempre con la espada no es la mejor opción.

Según vamos eliminando enemigos conseguiremos dinero que podemos utilizar, desde un punto de vista de diseño no tiene mucho sentido, para subir nuestros atributos o comprar pociones. Cuando subamos las habilidades nuestro nivel como héroe también irá aumentando.

Aunque el juego es de pago, dentro del mismo hay la posibilidad de hacer micro transacciones adicionales para hacer el desarrollo algo más fácil. No son obligatorias, ni siquiera necesarias ya que hay suficiente oro para acabar la aventura sin problemas. Sin embargo si queremos ese atajo habrá que pagar.

El desarrollo del modo de un jugador está bien estructurado: misiones independientes donde tendremos que ir de A a B pero con algunas pinceladas de exploración donde podremos rescatar aldeanos que nos darán más oro, o cofres con mecanismos que harán que pensemos un poco para abrirlos. Teniendo en cuenta el género que es, usa bien la exploración para que no sea monótono.

La curva de dificultad es quizá demasiada plana y aunque algunos enemigos nos pondrán en apuros no tendremos muchos problemas para acabar el juego. No esperéis un reto pero tampoco un paseo por el parque.

Wild Blood

Además del modo individual, tenemos la opción de jugar online con más personas por internet o en local por WiFi. Los dos modos de juego aportan suficiente variedad para no aburrirnos a la primera de cambio: capturar la bandera y deathmatch por equipos.

La conectividad, a través de Internet, a veces no es la mejor y el lag hace que algunas partidas sean un poco frustrante. Sin embargo, dejando esto de lado, es una buena forma de completar la experiencia una vez nos hemos pasado el juego, ya que el nivel de algunos usuarios es bastante alto. Hablando de comunidad, de momento no hay muchas partidas disponibles.

Visualmente se nota el salto a un motor más potente como es Unreal Engine: los gráficos tienen una gran cantidad de detalles, aunque a veces se nota cuándo carga las texturas, y a nivel de animación el trabajo es sensacional. Queda patente, una vez más, que los dispositivos móviles pueden lograr poner el listón muy alto en este apartado.

A veces hay pequeñas ralentizaciones pero nada demasiado engorroso para estropear la partida. La banda sonora sabe poner en situación y aunque no tiene esa ligera chispa épica que se le presupone a este tipo de aventuras cumple bastante bien, al igual que los efectos de sonido.

Wild Blood, conclusiones

Wild Blood

Gameloft ha logrado crear una aventura divertida y de paso despegarse un poco de las etiquetas que tiene encima. Wild Blood cumple con lo que se propone y aunque tiene pequeños fallos se puede disfrutar de él sin caer en la frustración que provocan los juegos mal diseñados.

Quizá su precio echa para atrás, no porque sea mucho sino porque los famosos 0,79 céntimos se han impuesto como una barrera psicológica a la hora de adquirir algo. Nos lo pensamos más y lo cierto es que se echa en falta una demo gratuita para comprobarlo por nuestra cuenta pero sus poco más de cinco euros están más que justificados.

Una copia digital de Wild Blood (en su versión para iPad) ha sido cedida por Gameloft. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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