A pesar de que aún estamos en pleno boom de la tecnología LTE o 4G, que aunque ya llega a todas las provincias de España todavía le queda mucho para tener una gran presencia, los operadores siguen en una loca carrera por poder asegurar que tienen la red móvil más rápida.
En ese sentido hemos visto como tanto Movistar, Vodafone y Orange han anunciado que están trabajando ya con la siguiente generación, el LTE-A, que doblaría la velocidad del 4G, llegando hasta un límite teórico de 300 Mbps de bajada. Pero este pasado martes pudimos acudir a una prueba real de LTE-A en Valencia con Orange, experiencia que ahora os pasamos a relatar.
La carrera por el 4G comenzó el pasado verano. Yoigo, el único operador que no estaba esperando a la disponibilidad de la banda de los 800 MHz, anunció que comenzaría su despliegue, lo que provocó inmediatamente que Vodafone y Orange respondiesen. Finalmente estos dos se adelantaron a Yoigo mientras que Movistar tardó más en entrar en esta guerra, aunque tiene acceso al 4G de Yoigo gracias a su acuerdo.
Pero a la vez que comenzó la guerra por llevar el 4G a más poblaciones y tener la red más rápida también comenzó la batalla por el siguiente paso, el LTE-A. Mientras el 4G o LTE tiene un límite teórico de 150 Mbps de bajada en el caso del LTE-A la velocidad podría llegar exactamente al doble. Las primeras pruebas llegaron por parte de Vodafone, que aseguró alcanzar picos de hasta 297 Mbps en sus pruebas en Madrid, pruebas a las que siguieron las pruebas de Orange en Valencia.
Por encima de 200 Mbps sin problemas
Como es mejor verlo en directo que que te lo cuenten el pasado martes asistimos a una presentación, demostración incluida, que Orange preparó en Valencia para clientes de empresas. Se trataba de que clientes que necesitan una red realmente rápida pudiesen ver in situ las posibilidades que ofrece el LTE-A o 4G avanzado como lo llaman en Orange.
Para esta prueba piloto Orange ha instalado siete antenas en Valencia, seis en el centro y una en un polígono industrial, que agregan 10 MHz de la banda de 1.800 MHz y 20 MHz de la banda de 2.600 MHz, de manera que el límite teorico que se podría alcanzar serían 225 Mbps de bajada (para alcanzar los 300 Mbps serían necesarios otros 10 MHz). El equipo elegido para esta prueba es el router Huawei E5186, al que se puede conectar bien mediante WiFi o cable de red para sacar partido del LTE-A, ya que dispone de WiFi ac y puertos Gigabit Ethernet.
Y al igual que Vodafone Orange ha demostrado que en un entorno ideal, sin más usuarios conectados a una misma antena, que haciendo uso del LTE-A pueden alcanzar prácticamente la velocidad teórica máxima. Vimos como en la transferencia de archivos de gran peso mediante FTP la velocidad nunca descendía de los 200 Mbps, llegando a picos de 223 Mbps.
Como la transferencia vía FTP puede ser algo poco habitual entre cierto tipos de usuarios, aunque como ya mencionamos la presentación estaba dirigida a empresas, Orange también mostró otros ejemplos de la utilidad que puede tener su 4G avanzado. De esta manera cargaron Times Square en Street View en cuestión de segundos o iniciaron una vídeoconferencia a la vez que cargaban vídeos en HD, sin que en ningún momento hubiese tiempos de carga más allá de contados segundos, por no decir décimas de segundos, o cortes en la conexión.
Muy bonito todo pero ¿y las tarifas?
Tras asistir a la demostración de lo que el LTE-A o 4G avanzado puede ofrecer la pregunta obligatoria, que llegó por parte de los asistentes, estaba clara. Mucha velocidad pero ¿y las tarifas? Si alcanzamos velocidades de más de 200 Mbps de poco van a servir los bonos de datos de 1 GB o similares, que volarán literalmente en cuestión de segundos.
Ante esta cuestión la respuesta de los representantes de Orange fue que asistimos a una demostración de una prueba piloto, y que cuando la tecnología esté lista para su comercialización las tarifas se adaptarán. Se nombró como fecha después del verano, por lo que podríamos esperar por entonces nuevas tarifas en las que se incluya más tráfico para atender las crecientes demandas de los usuarios.
Actualmente la oferta de tarifas es claramente insuficiente, sobre todo en el caso de las necesidades que tienen los profesionales. Estos únicamente cuenta con tarifas con hasta 10 GB a máxima velocidad, ampliables mediante bonos de datos extra, aunque los particulares si que tenemos una opción con mayor capacidad a buen precio. Se trata de Amena en casa, una tarifa pensada para sustituir conexiones fijas por 29.95 euros al mes y con 100 GB para navegación y 5 GB para descargas, una diferenciación de tráfico que traerá cola como ya os explicamos.
4G avanzado de Orange, una promesa de futuro
Tras haber asistido a esta demostración podemos decir que el 4G avanzado de Orange es una promesa de futuro interesante. Las velocidades que vimos dejan atrás a la mayoría de ofertas de conexiones de fibra actuales, aunque nos falta por conocer como adaptará su oferta de tarifas de datos.
Otro punto importante es el tema de la capacidad de transmisión de las antenas, ya que si estas no se adaptan al futuro pronto se verán saturadas a pocos usuarios con dispositivos compatibles con LTE-A que se conecten. En este sentido, conocimos recientemente que Orange estaba también realizando pruebas pilotos para multiplicar la capacidad de transmisión de sus antenas por ocho.
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