Con las baterías de los smartphones y demás dispositivos portátiles con mucho por mejorar los fabricantes de baterías externas están haciendo un gran negocio. Las hay ya de todos los colores y formas, pero normalmente todos comparten una premisa, tenemos que acordarnos de cargarlas previamente si queremos hacer uso de ellas.
Pero desde Suecia están preparando el lanzamiento de JAQ, una batería externa con un funcionamiento muy distino. En este caso no hablamos de una batería que tengamos que cargar antes de salir de viaje, sino que se trata de un dispositivo que funciona con unas tarjetas de un solo uso y en cuyo interior hay agua y sal.
La idea de JAQ resulta cuanto menos ingeniosa. Su batería externa se compone de dos piezas: una tarjeta en cuyo interior están el agua y la sal y una especie de funda-cargador, encargada de convertir el contenido de la tarjeta en carga para nuestro dispositivo. Cada tarjeta es de un único uso, proporciona 2.400 mAh, por lo que una vez consumida la podemos tirar directamente a la basura.
La gran ventaja es que bastará con llevar encima una o varias tarjetas junto con la funda-cargador para cargar cualquier dispositivo, ya que se puede acoplar cualquier tipo de cable. En su contra claro está, es que al ser de un único uso la tarjeta tendremos que adquirir una por cada carga que queramos realizar.
La funda con las tarjetas de carga en su interior tienen el tamaño de la palma de una mano y su peso es de 200 gramos la funda y 40 gramos la tarjeta. El lanzamiento de JAQ está previsto para finales de este año y los precios que se barajan son de unos 90 euros para la funda-cargador y nueve euros para el pack de diez tarjetas.
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