La guerra tecnológica entre Estados Unidos y China es un conflicto con muchos frentes abiertos, como los chips y el software. Entre tantos, hay uno muy intenso que une a Washington y Huawei. Todo empezó en 2019, cuando Huawei fue incluida en la lista negra comercial de EEUU por motivos de "seguridad nacional", un veto que marcó el rumbo de la industria desde entonces.
Este enfrentamiento tuvo su episodio más mediático con la detención de Meng Wanzhou en Canadá, directora financiera de Huawei. Aunque los cargos contra ella fueron desestimados, la causa penal en su conjunto sigue su curso por los tribunales estadounidenses. Ahora, este largo proceso vive un nuevo capítulo: un juez ha rechazado la petición de Huawei de anular los cargos. Se abre una puerta a un juicio que promete ser una nueva escalada en el conflicto.
Duro revés para Huawei
La noticia. Llega desde medios como Reuters y SCMP, cuyas publicaciones confirman el núcleo de este asunto que involucra a EEUU y Huawei: un juez estadounidense ha rechazado la petición de la firma china para desestimar la mayoría de una acusación federal. Los cargos incluyen intentar robar secretos tecnológicos de rivales estadounidenses y engañar a los bancos sobre sus negocios en Irán.

Los detalles. La jueza Ann Donnelly de Brooklyn, ha validado las acusaciones en una decisión de 52 páginas. Considera que hay base suficiente en los 16 cargos presentados, que incluyen crimen organizado, robo de secretos comerciales a seis empresas y fraude bancario a través de una supuesta filial en Hong Kong.
La trama de Irán. Gran parte del caso se centra en el presunto engaño a los bancos para ocultar sus negocios en Irán, un país bajo sanciones estadounidenses. Según la fiscalía, Huawei controlaba en secreto a esta compañía, haciéndola pasar por una empresa independiente cuando en realidad operaba como su "filial iraní". Así, realizaba transferencias que, según apuntan informes, han movido más de 100 millones de dólares a través del sistema financiero de EEUU, violando los controles de exportación.
Un nuevo capítulo en la "guerra de los chips". Otros medios apuntan al caso como un episodio más de la actual guerra comercial entre ambas naciones. Lo cierto es que la defensa de Huawei es bastante contundente: se considera a sí misma "un objetivo procesal en busca de un delito". Sea como sea y a pesar de las restricciones comerciales, la firma está a punto de conseguir uno de los objetivos de China: un dispositivo con ADN 100% nacional. El país asiático quiere construir su propia tecnología, más allá de los semiconductores.
La defensa de Huawei. El gigante chino, que se ha declarado no culpable de todos los cargos, ya intentó que se desestimaran 13 de las 16 acusaciones. Su declaración sugiere que el caso tiene motivaciones más políticas que penales.
Lo que viene. Como ya sabíamos, el juicio se celebrará en 2026. Tras la actual decisión judicial, el proceso sigue adelante con una fecha programada para el 4 de mayo del próximo año, y se estima que podría durar varios meses. Supone la apertura de un nuevo frente en la larga batalla legal y tecnológica que Huawei y el gobierno de EEUU mantienen desde la inclusión de la firma china en la lista negra comercial.
Imagen de portada | Composición con imágenes de Ricardo Aguilar para Xataka y Laura Tancredi en Pexels
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