Prácticamente podemos dar por finiquitado el 2021 en lo que a operadores de telecomunicaciones se refiere. Otro año cargado de nuevas tarifas, nuevos servicios, más 5G, fibra más rápida, y más tendencia a un low cost que sigue acentuando la caída de ingresos de los principales operadores que despliegan redes.
La historia se repite. Y para 2022, es de esperar que lo siga haciendo sin demasiadas sorpresas, porque da la sensación de que hay cosas que siguen quedándose en el tintero desde hace tiempo. Así que en esta ocasión vamos a iniciar una lista de deseos para el próximo año, intentando rescatar las propuestas que podrían considerarse esenciales para tenernos como clientes satisfechos. Los comentarios siempre están abiertos para añadir también vuestros propios deseos, por si alguno acaba haciéndose realidad...
Que todo funcione bien, y sin crear molestias innecesarias
El servicio de voz y datos fijos y móviles, por lo general, funciona bien en España. Pero lo de prestar servicio sin crear molestias innecesarias a los usuarios, parece una utopía. Evidentemente, es normal que en ocasiones existan averías puntuales o se produzcan problemas concretos, pero cuando los problemas son reiterados, es que hay cosas que se pueden mejorar. Veamos algunas de ellas.
- Los errores en factura deberían ser sólo una excepción. Y mayor excepción deberían ser los casos en los que es necesario contactar con el operador en más de una ocasión para corregir el mismo error.
En caso de problema o consulta, que su resolución sea cómoda para el usuario. Para eso es vital que los agentes de atención al cliente estén escrupulosamente bien formados y sean capaces de atender cualquier consulta (con o sin ayuda externa), pero que el cliente sólo tenga que hablar con un único agente, y a poder ser, sin contestadores o asistentes de por medio.
Evitar prácticas como las subidas de precios obligatorias, y fomentar desde el operador el cambio de tarifa voluntario sólo cuando verdaderamente existan mejores alternativas, ya sea porque se estrenen nuevas tarifas, o porque cambian los hábitos de consumo del usuario. Que cambiar condiciones por defecto se aplique sólo cuando sea para mejorarlas y no haya opción de pagar menos.
Mayor flexibilidad para contratar sólo lo necesario
Combinar fibra y móvil con el mismo operador ha resultado ser una opción casi sin competencia si lo que buscas es pagar el mínimo posible, pero la llegada de la convergencia también ha traído consigo una oleada de tarifas prefabricadas con demasiados gigas, megas y otros extras a los que no siempre se les saca provecho.
Y si no se les saca provecho, para qué mantenerlos, sobre todo si su desactivación ayudara a reducir la factura, aunque fuera discretamente. Algunos de los extras incluidos, convertibles a opcionales serían:
- El teléfono fijo sigue estando incluido en muchos combinados cuando es un servicio que cada vez se utiliza menos, sobre todo desde que se han masificado los móviles con minutos ilimitados.
El router es un dispositivo necesario para la conexión a internet dentro del hogar, por lo que los operadores lo incluyen por defecto junto a su servicio en modo cesión. En cambio no ofrecen descuento si traes tu propio router, ni lo ponen fácil a la hora de ofrecer los datos necesarios para quienes prefieren usar su propio router.
La televisión premium está compuesta principalmente por grandes paquetes de canales con temáticas variadas, pero no suele dejar contratar determinadas temáticas, o canales concretos, como los de fútbol.
Elegir la velocidad de fibra y los gigas era algo bastante habitual desde la llegada de los OMVs, pero con el paso de los años y la masificación de combinados de fibra y móvil low end, se echa de menos la posibilidad de poder contratar menos velocidad de fibra y menos datos móviles para ahorrar.
Incluso, que sea posible elegir la activación de otras implementaciones en la red, ahora más restringidas, pero que mejoran la experiencia de los usuarios gracias al 5G, la voz HD, VoWiFi, VoLTE, o el RCS.
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