Estoy deseando que haya móviles plegables baratos, pero no sé si quiero aceptar las consecuencias

Motorola Razr 40
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Soy una de esas personas que quiere que empiecen a salir móviles plegables baratos. Sin duda alguna, vaya, cuantos más móviles plegables haya, mejor para todos porque la competencia hará que todas las compañías se pongan las pilas y, además, provocará que los precios bajen. Sin embargo, también soy realista y no creo que veamos un Redmi Fold o un Realme Flip (con precios de Redmi y Realme) a corto plazo.

Acaban de salir tres modelos muy interesantes como el Galaxy Z Flip5 -desde 1.209 euros- o los dos Motorola -el Razr 40 Ultra de 1.147 euros y el Razr 40 de 899 euros- y, si bien uno de los de Motorola se podría considerar "barato", estamos lejos de ver plegables nuevos (porque de segunda mano hay ofertas locas como un Flip4 por 700 euros) con precios de 600 o 700 euros. Pensándolo fríamente, quizá sea mejor así, al menos por el momento.

Comprometer la resistencia

De vez en cuando aparecen rumores que indican que compañías como Samsung están trabajando en un Galaxy Z Flip SE (ya sabes, la línea 'barata' con especificaciones de gama más TOP de la compañía surcoreana). Al final, no hay nada concreto y son eso, rumores, pero es que a Samsung tampoco le interesaría sacar un plegable barato.

El motivo es que, para abaratar costes hay que hacer sacrificios y los plegables más económicos (que son los tipo concha, los tipo libro los dejamos aparte porque el precio es el que es) ya están haciendo esos sacrificios.

Hay varios puntos clave en un plegable, pero creo que la bisagra es el más importante. No sólo es por donde se pueden romper (si entran partículas, adiós al móvil), sino que es el elemento que está soportando la zona de pliegue de la pantalla y la forma de construcción de la propia bisagra es la que marca la durabilidad de la pantalla.

En las primeras generaciones, era un desastre. No dejaban de ser mecanismos prácticamente al aire y como entrara arena o agua, el móvil se convertiría en una piedra. Poco a poco, las compañías se han puesto las pilas y están mejorando la resistencia de los engranajes.

Samsung incorporó la resistencia al agua en la generación del Flip4 y Fold4 con la certificación IPX8 que sí, marca que es resistente al agua, pero no a las partículas de polvo. El Razr 40 Ultra tiene certificación IP52 que indica que es algo más resistente al polvo (tampoco una maravilla) y que puede soportar salpicaduras de agua. Curiosamente, el Razr 40, la versión económica, mantiene esa certificación IP52, pero aunque está bien, no va a salvar tu terminal en ciertas circunstancias.

Analisis Galaxy Z Flip 5

Tanto conseguir la certificación como desarrollar esas bisagras más resistentes que las de las primera generaciones, cuesta dinero y, seguramente, sería uno de los primeros puntos en el que las compañías pensaran recortar para reducir costes y poder vender el terminal a un precio inferior.

De hecho, no sería raro que, en el hipotético caso de ver móviles plegables baratos, las compañías busquen en el cajón de las piezas utilizadas para sus primeros modelos. Son piezas ya desarrolladas, amortizadas y que cumplen para ese propósito, pero sin la resistencia al agua.

Y no, no estamos hablando de un móvil barato normal que sí, puede no ser resistente al agua o al polvo (de manera certificada), pero no tiene un elemento tan vital como la bisagra que permite que un plegable sea... como es.

Comprometer (aún más) las cámaras

Otro punto es el de las cámaras. Cuando pasamos de un móvil de gama de entrada a uno de gama media, notamos un salto en las cámaras. Eso también se aplica al salto de la gama media a la gama alta (casi siempre) y, cómo no, el salto a la gama premium.

Es decir, las cámaras son un punto muy importante en el que los fabricantes piensan cuando buscan reducir costes porque los sensores son distintos y, además, las lentes y plásticos utilizados, así como el cristal protector, también cuestan un dinero. Estoy hablando de hardware en todo momento, nada de software, que también podría verse comprometido.

Bien, a falta de probar el Pixel Fold, los plegables que tenemos no ofrecen unas cámaras a la altura de las de un Galaxy S23 Ultra, un OPPO Find X6 Pro o un Xiaomi 13 Ultra, por poner tres de los más potentes en lo que a fotografía se refiere. Ni siquiera los plegables más caros.

Hay que ver cómo rinden las opciones tanto de Xiaomi como de Honor, pero ahora mismo, hay una diferencia, aunque sea pequeña, en lo que podemos conseguir con las cámaras de móviles premium y las de los plegables premium. Si miramos los plegables más económicos, los Flip, la cosa está más clara.

Analisis Galaxy Z Flip 5 5

Por precio, podrían pasar por móviles premium, pero su experiencia fotográfica es la de un gama alta o la de un gama media-alta con muy buenas cámaras. Si se buscara lanzar un plegable por esos 600 o 700 euros, las cámaras sufrirían las consecuencias.

Comprometer la experiencia de usuario

Y puede que me digas "vale, pero yo no quiero cámaras, quiero un plegable porque me gusta el formato, el no tener que abrirlo para usar algunas funciones". Y te doy toda la razón, en ese caso... la tienes, pero ¿de verdad vamos a poder utilizar un móvil plegable económico sin abrirlo?

Pensemos en las pantallas externas. Motorola lleva un par de generaciones incorporando una muy buena pantalla externa a sus Razr, una pantalla con buen tamaño (que llevaron al límite con el Razr 40 Ultra) y que, además, nos permite utilizar las apps instaladas sin necesidad de abrir el móvil.

oppo n2 flip

Samsung ha tardado cinco generaciones en lograr eso y, aun así, sólo podemos emular la experiencia de los Motorola con una aplicación que no viene instalada en el terminal. De hecho, el mejor ejemplo de cómo podría ser un plegable barato es el Razr 40. Sólo hay que ver el cambio que hay entre la pantalla externa del modelo Ultra y en la del modelo estándar.

En este jardín hay de todo, como el OPPO Find N2 Flip que tiene una gran pantalla externa, pero que sólo nos permite usar widgets, la de los Galaxy Flip anteriores a la última generación o, en un caso mucho más extremo, la diminuta pantalla del Huawei P50 Pocket.

Estoy convencido de que la pantalla externa sería otro de los compromisos que tendría un móvil plegable barato y, teniendo en cuenta esto, aunque como dije hace unas líneas tengo ganas de que esta tecnología se masifique, creo que está lejos de ocurrir.

Los compromisos que deberían adoptar los fabricantes son demasiado elevados, pero bueno, puede que me equivoque y el año que viene empecemos a ver este tipo de dispositivos a precios más masivos. A fin de cuentas, hasta hace no mucho había dos jugadores en este partido y, ahora, cada vez se suman más.


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