La pescadilla que se muerde la cola: más uso de pantallas de pequeños implica más dependencia de mayores

Un metaanálisis de más de 110 estudios establece esta relación de uso y dependencia

Ludovic Toinel Ngwyawkfrvi Unsplash 1
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
juan-lorente

Juan Lorente

Editor

El uso de la tecnología por parte de los menores es el debate de nunca acabar. La prohibición de estos en los colegios es algo cada vez más extendido en España, así como también en otros países como Reino Unido. Más allá de esto, el debate está precisamente en un punto donde los estudios no se ponen de acuerdo: cómo afectan (o dejan de afectar) las pantallas a los niños. Un nuevo estudio cree haber dado con la tecla.

El problema de que haya diversos estudios sobre esta cuestión hace que dilucidar la respuesta sea complicada. El estudio al que hacemos referencia más arriba, recogido por El País, es un metaanálisis, o lo que es lo mismo, es un estudio que utiliza datos combinados de otros estudios (en este caso, de 300.000 niños que han participado en 117 estudios). ¿El resultado? Usar una pantalla desde muy pequeños provoca querer más tiempo de uso al crecer.

Los videojuegos, parte del problema

Al hacer un metaanálisis de tantos estudios, lo que se logra es no solo analizar cómo afectan las pantallas en un momento puntual, sino a lo largo de un número determinado de años. En este caso, el estudio es bastante claro y determina que quien usa más pantallas con cinco años va a tener más problemas relacionados con siete años. Es decir: un uso temprano provoca mayor dependencia unos años después.

Otro de los objetivos de este estudio es encontrar lo que denominan "problemas socioemocionales". Estos son aquellos que tienen los niños para saber manejar e identificar sus emociones y su comportamiento, como puede ser el sentirse triste o el tener una autoestima baja. También pueden ir más allá estos problemas, como problemas para concentrarse o incluso una cierta dosis de agresividad.

Hay que tener en cuenta que el estudio se centra en edades que no pasan los 10 años, por lo que las redes sociales no están dentro de la ecuación (ya no tienen la edad mínima necesaria para registrarse). En ese punto, los responsables del estudio entienden que el uso excesivo de las pantallas es un síntoma de los "problemas socioemocionales" y no una consecuencia.

El hecho de que se centre en edades que se quedan fuera de las redes sociales hace aflorar otro problema en el estudio: los videojuegos. Esto se debe a que el problema no es el tiempo de uso de una pantalla, sino en que invierten en ese tiempo. Precisamente ahí entran los videojuegos, puesto que el estudio determina que los jóvenes que los juegan tienen muchas más probabilidades de desarrollar problemas emocionales.

El estudio hace aquí una pequeña distinción. Los problemas emocionales tienen un impacto un poco mayor, de forma general, en las chicas. Ahora bien, si solo nos centramos en la franja que va desde los 8 a los 10 años, son los chicos los que parecen más vulnerables frente a este tipo de problemas, especialmente debido a los videojuegos. De hecho, las pantallas y los videojuegos pueden ser un refugio frente a estos problemas.

En este sentido, está claro que debemos de ver el tiempo de uso no como un problema per se, sino como puede afectar esto en el futuro y el desarrollo de cada menor. Si un mayor uso de una pantalla (ya sea un móvil u otro dispositivo) en una edad temprana aumenta la dependencia a estos dispositivos en su futuro, es un problema que merece la pena atajar bien temprano. No quitando las pantallas de sus vidas de raíz, sino aportándoles soluciones y alternativas para minimizar el tiempo de uso.

Portada | Ludovic Toinel en Unsplash

En Xataka Móvil | Baleares prohibirá los móviles en todos los colegios el próximo curso. Solo ocho comunidades faltan todavía por implantarlo

Inicio