RAW vs. jpeg vs. HEIF: la batalla de los formatos de imagen en el móvil

RAW vs. jpeg vs. HEIF: la batalla de los formatos de imagen en el móvil
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Todos los teléfonos móviles del mercado permiten disparar en jpeg. Es el formato estrella en el mundo digital por muchos motivos. Pero en los últimos años cada vez más terminales permiten disparar directamente en RAW o en un nuevo formato que no termina de implantarse como es el HEIF. Así que vamos a ver las ventajas e inconvenientes de estos formatos a la hora de hacer fotografías con nuestro teléfono.

La fotografía con el móvil ofrece distintas posibilidades al fotógrafo. Si quieres puedes utilizar su cámara más o menos de la misma manera que lo que hacemos con las cámaras tradicionales, pero la facilidad de uso que ofrece es un punto a su favor que muchos no dudan en aprovechar.

Una de las configuraciones más importantes es elegir correctamente el formato de imagen. No es lo mismo disparar en DNG, jpeg o HEIF. Cambia la calidad del archivo, las posibilidades a la hora de revelar y sobre todo el espacio que ocupa en la memoria.

Corre la idea de que disparar en DNG supone gastar mucho tiempo revelando, pero no es así, de verdad. Con las últimas aplicaciones se tarda lo mismo en revelar un formato que otro. Lo único es que si disparamos en RAW tenemos, en teoría, más información, y perdemos todas las ventajas de la fotografía computacional.

Ruido Dng móvil
Una de las grandes desventajas del formato RAW en móviles: el ruido

Así que vamos a hacer fotografías en los tres formatos y veremos cuál es la opción que más nos interesa según la situación en la que nos encontremos.

Disparar en jpeg

Podría decirse que es la opción estándar de todos los teléfonos móviles, desde los más baratos al último modelo de gama alta presentado. Y parece mentira que en un mundo que cambia tanto se mantenga firme y casi sin ningún cambio.

El formato jpeg cumplirá pronto 40 años. Se empezó a desarrollar en 1983 y se presentó en 1986 (ISO/IEC 10918-1). Es un formato de imagen que permite eliminar la información redundante de forma permanente y los algoritmos de compresión facilitan que la calidad no se vea comprometida hasta cierto punto.

Su funcionamiento es sencillo. A la hora de eliminar información, los algoritmos comparan cada píxel con los que le rodean en distintas proporciones (según la compresión requerida) y los eliminan si son redundantes. Y cada vez que editemos un archivo jpeg y lo guardemos, la compresión se vuelve a dar.

Jpeg movil iPhone 13
5,32 MB. Con buena luz el resultado es asombroso

La eficiencia de este formato es muy alta y si no vamos a editar la fotografía, o la vamos a revelar solo una vez, puede que sea el formato más interesante si solo vamos a ver las fotografías en las pantallas de los móviles.

Otra ventaja de este formato es que se beneficia de la fotografía computacional. Todos los cálculos de mejora se aplican directamente en el archivo como un paso más en el revelado de la imagen. Y pesa 5,32 MB en este caso.

Ventajas

Desventajas

Si comprimimos el archivo ocupa muy poco espacio manteniendo la calidad para verla en pantalla

Dependemos mucho de la compresión de imagen a la que se haya visto sometido

Aprovechamos todo el potencial de la fotografía computacional

No aguanta un revelado excesivo para levantar sombras o bajar luces

Es un formato universal que puede compartirse con cualquier usuario

Se pierde mucha información durante la compresión

Disparar en HEIC

El formato HEIC es un nuevo intento de jubilar al formato comprimido por excelencia, el mencionado jpeg. Se conoce en el entorno Apple con las siglas HEIF (High Efficiency Image File Format).

Lo desarrolló el MPEG (Moving Picture Experts Group) con algoritmos de compresión similares a los del códec de vídeo HEVC o H.265. Y aquí muchos fotógrafos nos perdemos. El HEIC es un archivo contenedor que puede llevar dentro imágenes, sonido y texto

Se presentó en 2017 (ISO/IEC 23008-12), aunque se empezó a desarrollar en 2013. Empezó a ser popular con la llegada del iOS 11 a los iPhone de aquellos años, desde el iPhone 7 al X. Y cada vez más móviles admiten este nuevo formato. Incluso la Canon EOS R3 permiten disparar en HEIF.

HEIF móvil
Misma calidad que el jpeg pero con un peso de 3,08 MB

Este formato ocupa la mitad de espacio del formato jpeg gracias a algoritmos de compresión mucho más avanzados y con varias posibilidades, como trabajar con 16 bits o permitir las imágenes animadas del Live Photos, por ejemplo.

Ventajas

Desventajas

Ocupa la mitad de espacio que el formato jpeg

No es compatible con todos los dispositivos

Admite 16 bits frente a los 8 bits del formato jpeg

Puede ir más lento en los ordenadores más antiguos

En el mismo contenedor podemos tener archivos de imagen, texto y sonido

Suele terminar en formato jpeg para cualquier cosa

Disparar en RAW

Frente a los dos formatos mencionados, es un archivo crudo, sin compresión. Almacena toda la información recogida por el sensor. Por lo tanto, ocupa mucho más espacio en el disco duro. A cambio tienes todo un universo de posibilidades para editar.

Aunque parezca lo contrario, es el formato más permisivo con los errores del usuario. Si tienes luces quemadas o sombras subexpuestas puedes salvarlas por la cantidad de información almacenada. Y las posibilidades respecto al color son casi ilimitadas.

Dng móvil
Exige más trabajo, pero a cambio tenemos 14,8 MB de peso

Es un archivo sin procesar. Y dependiendo de la configuración de la cámara, puede parecer menos nítida que su homóloga en jpeg. Depende totalmente de la pericia del fotógrafo y de la calidad de la aplicación para sacar todo su potencial.

Pero si quieres conseguir la máxima calidad posible e imprimir la fotografía con todas las garantías es el mejor formato posible. A cambio necesitas una aplicación que pueda leerlo, tener los conocimientos suficientes para procesarlo y exportarlo siempre a un formato más compatible.

Ventajas

Desventajas

Contiene toda la información recogida por el sensor

Requiere conocimientos y aplicaciones avanzadas

Tiene la información de color más completa y permite recuperar información de luces y sombras perdidas.

No es compatible con la fotografía computacional (salvo que dispares en Apple ProRes)

Permite, después del procesado y exportación, la más alta calidad a la hora de imprimir

Necesita aplicaciones especializadas para poder trabajar.

Entonces ¿qué formato elijo para hacer mis fotografías?

Siempre he creído que cuánto más grande mejor. En fotografía digital es más fácil pasar de un tamaño superior a uno más pequeño que al revés. Si no necesitas toda la información no pasa nada, siempre tienes ahí el comodín.

Pero como algo haya salido mal, como el equilibrio de blancos o la exposición, esa información almacenada puede salvarte la fotografía. Es verdad que esta idea es muy antigua, muy de cámara tradicional. La fotografía computacional ha llegado para evitarnos estas situaciones desagradables.

Diferencias entre DNG, HEIC y jpeg
Las diferencias son mínimas entre los tres formatos en bruto: jpeg, HEIC y DNG

Hoy por hoy, cualquier formato es válido para situaciones perfectas, donde la luz llega en su justa medida. Pero todo cambia cuando el sol cae o nos metemos en un interior. La escasez de luz es un problema para los teléfonos móviles.

DNG, HEIC y jpeg móvil
Diferencias al 500%. Es evidente que el DNG exige más trabajo

Y es aquí cuando el RAW hace su entrada triunfal y puedo salvarnos el archivo. Es verdad que nos veremos cara a cara con el ruido, pero lo podemos salvar.

Al final todo depende del tipo de fotógrafo que seamos. Los que conocen la técnica aprovecharán el potencial del jpeg para una fotografía rápida, pero disfrutarán del RAW para mejorar el aspecto del archivo siempre que sea necesario.

Muchos fotógrafos móviles prefieren disparar y listo. En este caso el mejor consejo es disparar en jpeg. La compatibilidad es total y no necesitas conversión alguna. Pero si algo sale mal tendrán que tirar el archivo a la papelera.

Por otra parte, si estos fotógrafos tienen un móvil compatible, poca capacidad de almacenamiento y buscan un punto más de calidad, deberían apostar por el formato HEIC. En la actualidad la conversión en jpeg es directa, así se evita uno de los problemas más comunes de este formato.

Así que antes de elegir un formato u otro, tienes que hacer una introspección y decidir qué tipo de fotógrafo eres. Con los móviles siempre disparo en RAW+HEIF, siempre que sea posible. ¿Por qué? Nunca he conseguido saber cuándo haré una buena fotografía, y de esta forma tengo todos los frentes cubiertos. ¿Vosotros qué hacéis?

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