El streaming no vive un buen momento. Más allá de polémicas como las de impedir compartir cuenta en algunas plataformas, al final son las subidas de precio las que más daño hacen al usuario medio. Amazon Prime Video subió de precio (y añadirá anuncios pronto), HBO Max subió de precio y tiene ya a Max en el horizonte, Apple TV+ subió de precio, Disney+ subirá de precio en breve y Netflix apunta a lo mismo.
Desgraciadamente las plataformas no son las únicas que incrementan sus precios (no hay más que visitar un supermercado para verlo). Sin embargo, estas no dejan al final de ser servicios de ocio en la punta de la Pirámide de Maslow. De ahí que prescindir de ellas sea cada vez más un recurso habitual en mi caso personal y probablemente en el de muchos más.
Pagar más y tener menos carece de todo sentido
No quiero hacer aquí un amplio balance histórico de la evolución del streaming y andarme por las ramas para contar lo que quiero contar. Soy consciente de todo lo positivo que ha supuesto la llegada de plataformas como Netflix, capaces de cambiar nuestra forma de ver televisión en la última década. Porque, además, la idea sigue siendo brillante: cuándo y cómo quieras, aunque ya no a cualquier precio.
Es entendible que toda empresa quiera ganar dinero (no, tampoco voy a hacer aquí un análisis del capitalismo). También que tengan que cuadrar cuentas cuando las cosas no marchan bien y que subir los precios sea una medida, aunque peligrosa, efectiva en muchos casos. El problema viene cuando no se ofrece nada a cambio al consumidor y las subidas son constantes.
El caso de Apple TV+ es probablemente el más sangrante. Nació a finales de 2019 a 4,99 euros (promociones y packs de servicios aparte). En 2021 subió a 6,99 euros y en cierto modo lo excusamos. Su catálogo se había ido ampliando de forma considerable y la peor etapa reciente de inflación, era algo incluso previsible. Sin embargo, esta semana lo volvió a hacer subiendo a 9,99 euros su suscripción, un 42,9% más que el anterior precio y un 100,2% más que lo que tuvo de inicio.
No obstante, como ya indicaba al inicio, pocas (o ninguna) se salvan de las subidas. Subir el precio se ha convertido en una práctica demasiado habitual en el streaming. Hilando con lo destacado en un párrafo anterior, lo peor de esto es que no se ofrecen ventajas adicionales. Más bien al contrario.
En lugar de aportar más, se recortan prestaciones. Aquí es Netflix quien se lleva la palma. Primero, con su restricción de las cuentas compartidas, que pese a funcionar de aquella manera, es algo en lo que están empeñados y que, por supuesto, se puede paliar a un módico precio adicional de 5,49 euros para esas cuentas extras. Y a esta moda se sumará Disney+ a partir de la próxima semana.
Por otro lado, están los planes con anuncios. Netflix fue la pionera en nuestro país y aunque parece tener relativo éxito, la entrada de publicidad intrusiva a este modelo de televisión sigue dejando ciertas dudas. Pese a todo, Disney+ también añadirá esto, al igual que lo hará Amazon Prime Video a partir de 2024 y lo hará probablemente Max cuando llegue a España dejando atrás a HBO Max.
Y los catálogos… bueno… tenemos 'Médico de Familia' y 'Hospital Central'
Imagen: Erik Mclean en Unsplash
Ojo, pongo de ejemplo 'Hospital Central', pero es una serie que me encanta y que de hecho no dudo en volver a ver eventualmente en Amazon Prime Video. De 'Médico de Familia' no fui espectador por mi juventud, aunque la reconozco con todos los honores por todo lo que supuso en los 90. Sin embargo, me sirven como muestra de que ya no estamos en los 90, ni en los 2000.
Creo y apoyo la necesidad de incorporar series clásicas de todo tipo en las plataformas. Son un buen gancho para llamar a la nostalgia y un excelente complemento a lo nuevo. Y he ahí la clave: complemento. De un tiempo a esta parte, los éxitos de series en streaming se cuentan con los dedos de una mano. No todos los días puede surgir un 'Juego de Tronos', pero tener tan pocos casos como 'The Last of Us' frustra.
Y no frustra sin razón. Frustra porque precisamente se sigue aumentando el precio y las producciones que se estrenan no parecen estar a la altura de lo que a priori cuestan a las plataformas y al propio espectador. Y sé que quizás esta afirmación suene a típico cuñado en una barra de bar, pero, ¿acaso me equivoco?
En los últimos tiempos existe una tendencia a la cantidad por encima de la calidad. Y en cierto modo lo entiendo. Cada semana publico aquí, en Xataka Móvil, un recopilatorio con los estrenos semanales y suelen ser bastantes. Tener una cantidad de opciones para ver siempre es algo agradable, pero al final se produce el efecto contrario y es que pasamos más tiempo decidiendo qué ver, que viendo el contenido. Al final, la mayoría de novedades que se añaden "son más de lo mismo".
Por suerte, siempre nos quedará 'Aquí No Hay Quien Viva'. ¡Qué follón!
Las "pequeñas" plataformas disparan contra las grandes
Filmin, siendo tan de nicho, gana la partida en encuestas de satisfacción
Si bien es cierto que mi opinión es mía y habrá quien no la comparta, debo decir que tampoco mis afirmaciones son fundadas. Ya no me refiero a leer en redes sociales comentarios por esta línea o charlar con amigos y familiares que compartan esa opinión. Hay pruebas contundentes que demuestran este hartazgo.
No hay mejor ejemplo que ver cómo Netflix perdió un millón de usuarios en España a principios de año, según sus propios datos. Luego la cosa mejoró, pero al final es un sentir común a todas las plataformas. La llegada de nueva competencia como SkyShowtime también en cierto modo abren al veda a que estemos pasando de una plataforma a otra. Mantener todas las suscripciones es cuando menos inoportuno (salvo que no nos importe pagarlas todas, aunque no las usemos).
También recientemente veíamos una encuesta de OCU en la que, aparte de valorar la satisfacción de los clientes de operadoras telefónicas, se mostraba cuánto de contentos (o no) están los usuarios del streaming. En ella se repasaban datos como que el 45% de usuarios siguen compartiendo sus cuentas con personas ajenas al hogar.
Sin embargo, lo más destacado que se extrae del informe de OCU es que Filmin emerge como la favorita. La plataforma española de cine independiente, aunque conocida, es infinitamente más pequeña en pretensiones y popularidad que HBO Max, Netflix o Amazon Prime Video. Y ahí está, posicionada con un 76% de satisfacción empatada con Disney+.
Debemos decir que en esta misma encuesta, se muestra que quien menor valoración tiene de las grandes es con un 70%, cifras que tampoco son malas y que alcanzan FlixOlé (otra plataforma española), Apple TV+ y Amazon Prime Video. Netflix se queda con un 73%. En cualquier caso, sirve para ver como estas grandes al final han perdido el tronodespués de muchos años y de ser pioneras.
Imagen de portada | Álvaro García M. con Bing Image Creator
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