Cada cierto tiempo llega a la industria de la telefonía móvil una idea revolucionaria que rápidamente cae en el olvido por su nula practicidad en el día a día. De los móviles con pantalla 3D a un ejemplo mucho más actual, el de los smartphones ultradelgados que pretendían ser la gran apuesta en innovación de fabricantes como Samsung y Apple para este 2025.
Del ‘hype’ a la indiferencia
Espérabamos el iPhone Air como agua de mayo (o eso creíamos). Se le adelantó Samsung, con un Galaxy S25 Edge que, una vez presentado en sociedad y superado el “efecto wow” inicial, también se quedó en la pura anécdota.
Ambos modelos comparten algo: un precio de gama alta con especificaciones que se quedan a medio camino de lo que debería ser. Pero también el sentimiento de que el público les ha dado la espalda.
La búsqueda de ese ‘sex appeal’ en su perfil ha sido el responsable de que el foco se haya puesto en su diseño y no en ofrecer un dispositivo que convenza en la práctica. Recortar un par de milímetros carece de sentido si a cambio el apartado de especificaciones se queda cojo respecto a las propuestas que la competencia tiene en su misma gama de precios.
Apostar por una primera generación de un nuevo concepto siempre es un sacrificio. Pero los 1.219 euros de Apple y los 1.259 euros de Samsung han puesto el listón demasiado alto. Y son las propias compañías las que lo están pagando muy caro. Las cifras de ventas lo confirman: no hay interés en los móviles ultradelgados. Al menos hasta que no mejoren en los puntos más básicos.
A grandes males, grandes remedios
En el caso de Samsung, parece que ya tenemos listado el nombre de los smartphones que compondrán su próxima familia: Galaxy S26, Galaxy S26 Ultra y Galaxy S26+. Ni rastro del apellido Edge. Las concesiones que los usuarios han tenido que hacer en pro del diseño ultradelgado no han convencido tampoco entre los seguidores de la compañía surcoreana.
La descontinuación de la familia Edge viene justificada por un escaso número de unidades vendidas. Según apuntan desde Hana Investment & Securities, en agosto el acumulado de ventas apenas se quedó en 1,31 millones de unidades, frente a los 12,18 millones del Samsung Galaxy S25 Ultra.
Imagen de Javier Penalva (Xataka)
El caso de Apple es todavía más preocupante. Ha pasado apenas un mes desde que el iPhone Air se puso a la venta y el gigante de Cupertino ya habría tomado una decisión sobre el futuro de este dispositivo.
Según apuntan algunos informes, esta primera generación ya podría haber sido cancelada. Tenemos que coger con pinzas esta información, porque sin duda una cancelación directa es algo demasiado drástico, pero sí que tiene mucho más sentido la reducción de producción de la que habla el analista Ming-chi Kuo: “la demanda del iPhone Air no ha cumplido expectativas, lo que ha llevado a la cadena de suministro a reducir tanto los envíos como la capacidad de producción”.
Y aporta más datos concretos: “se espera que la mayoría de los proveedores reduzcan su capacidad en más del 80 % para el primer trimestre de 2026”.
Realmente, la pregunta no es por qué Apple o Samsung están recortando esfuerzos en mantener vivo este nuevo concepto. Va más allá de eso: ¿realmente tenemos hueco en el mercado para otro nuevo segmento?
Los móviles ultradelgados, tal y como están concebidos ahora mismo, dejan una sensación de no cubrir realmente ninguna necesidad. No pueden aspirar a una verdadera gama alta a la vista de su hoja de especificaciones, pero el precio tampoco los coloca en una opción interesante para quienes buscan una alternativa más económica. Ni comen, ni dejan comer.
Una opción plausible: que, en realidad, sean un experimento para los plegables del futuro
Lo primero que pensé cuando vi el iPhone Air en vivo y en directo es que en realidad tenía en mis manos una de las mitades del futuro iPhone plegable. Y no soy la única que lo ha pensado.
Imagen de Jose García (Xataka)
En estos móviles sí que es imperativo que cada una de sus partes sea lo más delgada posible para que la suma de las dos mitades cuando el teléfono se pliega no engorde demasiado. Hemos entrado ya en la época más dulce de los móviles plegables y a Apple se le puede perdonar que llegue tarde, pero no que llegue mal.
Por eso, los móviles ultradelgados pueden tener en, en realidad, una intencionalidad mucho más allá de convertirse en una nueva categoría dentro del universo de los móviles. Pueden ser también un excelente experimento para aprovechar al máximo el espacio interior de estos dispositivos y dar la mano a la evolución de los plegables.
Imagen de portada | Javier Penalva y Jose García (Xataka)
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