La situación actual del veto de Estados Unidos a Huawei: empresas implicadas, declaraciones y aplazamientos

La situación actual del veto de Estados Unidos a Huawei: empresas implicadas, declaraciones y aplazamientos

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La situación actual del veto de Estados Unidos a Huawei: empresas implicadas, declaraciones y aplazamientos

Ha pasado una semana desde que se desató el conflicto entre Huawei y los Estados Unidos, tras haber sido los primeros incluidos en la Entity List. Esto supone que la empresa china es un riesgo para la seguridad de los norteamericanos, algo que han defendido con acusaciones de espionaje, y que no puede tener negocios con ninguna empresa del país.

Dado que nos movemos en el entorno tecnológico y, sobre todo, en el mundo de los smartphones, saltaron automáticamente las alarmas. Que Estados Unidos te vete de esta forma supone que no puedes tener acceso a los servicios de Google y otras compañías del país, pero también te deja fuera del acceso a hardware diseñado por los norteamericanos. Caso de Qualcom, Intel, Broadcom y otras empresas. Esto fue hace una semana.

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Movimientos de uno y otro lado

Ken Hu, vicepresidente de Huawei
Ken Hu, vicepresidente de Huawei

El gobierno que dirige Donald Trump llevaba tiempo advirtiendo de que la tecnología 5G de Huawei serviría para facilitar el espionaje del gobierno chino en redes de otros países, dado que Huawei puede convertirse, y tiene poca competencia al respecto, en el principal proveedor a nivel mundial del equipamiento para esta generación. La propia compañía advierte que están al menos tres años por delante de los demás, por lo que parecen la única opción lógica para este despligue.

El CEO de Huawei realizó, pasado un periodo de reflexión, unas declaraciones en las que hablaba de que Estados Unidos subestimaba el poder de Huawei a la hora de la supervivencia. De hecho, ya se ha comentado que no sólo cuentan con medios propios sino que, además, disponen de un colchón de procesadores y otros componentes para pasar un año entero sin realizar compras, lo que les daría tiempo de maniobra para lograr la autosuficiencia necesaria.

Tras estas declaraciones, Estados Unidos evaluó la situación interna de sus propias operadoras y decidió, de forma unilateral por el Departamento de Comercio del país, aplazar este bloqueo o veto a Huawei durante 90 días. El plazo vence el 19 de agosto pero, ojo, el propio Trump ha abierto la puerta a que un acuerdo comercial entre China y Estados Unidos solucionaría el problema actual. Parece, pues, que la cosa no trata de espionaje sino que es materia económica. Aranceles, concretamente.

Bloqueos de empresas norteamericanas, extranjeras y expulsiones

Huawei

En medio de estas declaraciones entre ambas partes, ya ha habido movimientos de distintas empresas. Algunas de forma voluntaria, otras obligadas por la situación actual ya que son norteamericanas y se deben a los designios de su gobierno. El movimiento de cada una de ellas ha supuesto distintos varapalos para Huawei, dado que les dejan fuera de servicios o componentes controlados por cada una de ellas. El panel queda, actualmente, así:

  • Veto de Google: los norteamericanos no podrán proveer de servicios a Huawei lo que deja a los chinos fuera de Google Play y de actualizaciones de Android siempre que contengan material propietario de Google. Huawei, por su parte, ha iniciado varios movimientos: sistema operativo propio, tienda de apps propia, negociaciones con otras tiendas de apps ya existentes.
  • Veto de Qualcomm: Huawei se queda sin acceso a sus procesadores, aunque es mayoritariamente autosuficiente con sus Kirin, y a sus patentes. Goldman Sachs estima que Qualcomm perdería 205 millones de euros anuales por dejar fuera a Huawei.
  • Veto de Broadcom: posiblemente los más afectos, con pérdidas estimadas en los 270 millones de euros. Los americanos sirven varios chips a Huawei y les perderían como clientes.
  • Veto de Corning: los responsables de las protecciones Gorilla Glass, que ya no podrían montarse sobre los teléfonos y otros dispositivos de Huawei. Hay otro fabricante japonés, Asahi Glass, que podría proveer a los chinos con sus Dragontrail, aunque la calidad no es comparable en estos momentos.
Arm
  • Veto de ARM: los primeros extranjeros en sumarse al veto fueron los británicos de ARM, aunque son propiedad de un fondo inversión japonés, Softbank. El bloqueo más grave hasta la fecha pues deja a Huawei fuera del acceso a la arquitectura ARM, la que puebla el 100% del mercado móvil. La alternativa, arquitectura RISC no presente aún en móviles o acudir a otros fabricantes como Samsung, aunque éstos se arriesgarían a otro veto.
  • Veto de Toshiba: no sabemos qué productos dejarían de venderse a Huawei con este veto pero Toshiba es fabricante, entre otras cosas, de distintos semiconductores para teléfonos móviles como memorias y sistemas de procesamiento de datos de alta velocidad LSI.
  • Expulsión de la SD Association: no es un secreto a voces pero tampoco es oficial. Los chinos han desaparecido de la web de la SD Association y eso supone que no podrían usar lectores de tarjetas SD en sus teléfonos. Huawei ya había hecho un interesante movimiento en este sentido con sus NMCards propietarias, lanzadas hace ya un año.
  • Restricción temporal de la WiFi Alliance: si el veto de la SD Association deja a Huawei fuera del mercado de las microSD, esta restricción de la WiFi Alliance no permitiría certificar dispositivos de Huawei para redes WiFi y tampoco emplear sus estándares. Seguramente sólo en occidente, habría que esperar la respuesta por parte del gigante chino.

Además de estos vetos, claves para el mundo móvil, Huawei ha sufrido otros que afectan a varios de sus sectores. Como los de Intel, Microsoft, Panasonic, NVIDIA, Seagate o Western Digital, que afectan a sus portátiles, sin acceso a varios componentes esenciales como procesadores, gráficas y almacenamiento, o sin acceso a Windows, el sistema operativo mayoritario en el planeta. Y los vetos se han seguido sucediendo.

Ésta es la situación actual de Huawei, cuya solución se podría lograr a finales de junio en el G20 organizado en Japón, lugar donde el presidente de China y Donald Trump podrían sellar un acuerdo comercial. Podrían, como podrían no hacerlo. Mientras tanto, el futuro de Huawei en el mercado móvil, y en otros como los ordenadores personales, se tambalea. No debe haber pocos planes de acción en marcha en la sede del gigante chino, pero aún quedan muchos pasos por producirse. De momento, G20 a final de junio y fin de la moratoria el 19 de agosto.

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