Las baterías de nuestros dispositivos vuelven a ser el tema central de la conversación, con especial ojo si tomas un avión este verano y llevas power banks. Pero en realidad, lo son más por la nueva corriente de pilas internas basadas en los ánodos de silicio (o en su defecto silicio-carbono), y por supuesto, por la nueva etiqueta energética que llegó recientemente a Europa.
En el viejo continente se le está otorgando mucha importancia a prolongar al máximo la vida de los smartphones. Una prueba de ello es la sentencia de la Comisión Europea, que fue nítida respecto a las actualizaciones de software. Ahora, tras la llegada del etiquetado que analiza diversos apartados del móvil, sabemos cuáles soportan mejor el paso del tiempo en relación a la conservación de su autonomía.
Ni Google, ni tampoco Apple: Samsung se lleva la caricia de Europa
Las baterías de los móviles se degradan con el tiempo, eso es una realidad. Aunque para ser más precisos, deberíamos meter en la ecuación los ciclos de carga, es decir, cuántas veces hemos rellenado la pila hasta el 100% de su capacidad. Este paso de los ciclos, conlleva una pérdida en los mAh imposible de detener (sí podemos ralentizarla con buenas prácticas), será cuando toque un reemplazo, justo lo que Europa quiere ponernos fácil.

La nueva etiqueta energética europea. Al igual que la etiqueta que vemos en las neveras y otros electrodomésticos, el móvil (también las tablets) también lleva ahora una. La UE ha puesto en marcha un programa de etiquetado que obliga a los fabricantes a declarar una serie de datos de durabilidad. Uno de los más importantes es el número de ciclos de carga completos que una batería debería soportar antes de perder una significativa parte de su capacidad.
Una sorpresa: Samsung vs el resto. Los datos, que se pueden consultar en el Registro Europeo de Productos (EPREL en inglés), son reveladores. Mientras que todos los recientes modelos de Google (los Pixel 9, también el anterior Pixel 8a) y de Apple (iPhone 16 Pro Max y sus hermanos) declaran una durabilidad de 1.000 ciclos de carga, una larga lista de dispositivos Samsung, desde el Galaxy S25 hasta el Galaxy A56 de gama media, están calificados para 2.000 ciclos.
¿Y los demás fabricantes? La mayoría de las otras marcas se sitúan en un punto intermedio, lo que refuerza lo excepcional del dato de los Samsung Galaxy. Por ejemplo, los nuevos Nothing están en 1.400 ciclos, y Motorola o Fairphone se mueven entre los 1.000 y 1.300 ciclos respectivamente.
Una etiqueta que lo cambia todo. Esta nueva calificación ofrece a los consumidores del viejo continente, por primera vez, una herramienta oficial y estandarizada para comparar la durabilidad a largo plazo de un componente clave como es la batería. Se convierte así en un factor de compra tan importante como la cámara, la pantalla o el procesador, ya que en cierto modo se relaciona directamente con los años de vida útil que tendrá el dispositivo.
La gran pregunta. Queda en el aire conocer cómo Samsung ha logrado duplicar la durabilidad de sus baterías frente a sus dos mayores competidores. Aunque el dato oficial ya está aquí, ahora falta comprobar en el largo plazo si esta ventaja sobre el papel se traduce en una vida útil el doble de larga en la práctica. Recordemos que, hasta la actualidad, Samsung no ha incorporado las baterías de ánodo de silicio que permiten más capacidad en el mismo espacio. En su lugar, según informes de la industria, empleará otra tecnología.
Imagen de portada | Pepu Ricca para Xataka Android y Wikimedia Commons
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