Con el fin de curso llega también la época de exámenes finales, incluso las importantes evaluaciones de las pruebas de acceso a la universidad. Tras meses de entregar trabajos y hacer deberes mano a mano con la IA, ahora la Generación Z tiene un problema que no tuvimos los millenials: debe enfrentarse a los exámenes sin la ayuda de la inteligencia artificial.
Los dispositivos electrónicos, cómo móviles, relojes inteligentes o auriculares, no están permitidos en las aulas a la hora de hacer los exámenes. Por supuesto, el sistema educativo tampoco contempla la opción de rellenar los exámenes con IA. Tras llegar a final de curso con los trabajos más pulidos que aquel “copiapega” del Rincón del Vago que nos marcábamos en los 2000s, los estudiantes se dan cuenta ahora que ChatGPT no puede aprobar los exámenes por ellos.
ChatGPT es muy útil para hacer trabajos, pero no tanto para aprobar exámenes
La Generación Z ha encontrado en las redes sociales su lugar seguro para verter sus pensamientos, sus motivaciones y también sus frustraciones. En plena época de exámenes, estamos viendo cómo TikTok se llena de vídeos cortos de adolescentes estudiando, agobios por la excesiva carga de trabajo y algo que tal vez ellos no vieron venir: confiar ciegamente en ChatGPT no siempre es la mejor idea.
El primer motivo es una relación lógica. Los trabajos o deberes que se van haciendo a lo largo del curso sirven como una suerte de evaluación continua para llegar más preparado de cara al exámen. De este modo, cuando hay que enfrentarse en soledad a la hoja en blanco, el estudiante tendrá una mayor confianza en sí mismo y una base de conocimientos más sólida.
El segundo motivo es el elevado índice de errores de ChatGPT. De hecho, un estudio de la Universidad de Pennsylvania hace unos meses puso sobre la mesa la relación entre el uso de ChatGPT y las peores notas: a pesar de que la IA permite resolver más ejercicios en menos tiempo, el índice de errores fue mayor en los alumnos que utilizaron inteligencia artificial respecto a quienes no lo hicieron.
Para muchos estudiantes, la IA se ha convertido en su mejor amigo a lo largo del curso escolar, sin embargo, cuando llega la temporada de exámenes finales vemos escenas de lo más curiosas en redes sociales como TikTok.
Estudiantes peleándose, a grito pelado, con una IA incapaz de distinguir a Aristóteles de Freddy Mercury:
@alvreguera En en fondo nos queremos
♬ C.B.Rhumba by Sage Guyton and Jeremy Wakefield - SpongeRadio
Otro buen ejemplo del problema de confiar en que ChatGPT sabrá dar con la respuesta de los exámenes lo vemos en este vídeo, en el que un adolescente recibe una respuesta errónea a una pregunta tipo test. La IA buscó las vueltas necesarias para argumentar su respuesta, pero falló:
@mongueritos Estas duras epocas son dificiles oara chatgpt le pedimos perdon por las malas palabras
♬ sonido original - Javier y Álvaro
La inteligencia artificial puede ser un buen recurso educativo, pero utilizada con cabeza y con mesura. Ni dejarlo todo para el último día, ni confiar ciegamente en ella. En el término medio está siempre la virtud.
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