Iván Linares
Editor SeniorTener una cuenta de WhatsApp es gratis, pero primero hay que pasar por el peaje del número de teléfono. Si te ocurre lo mismo que a mí y buscas una tarifa lo más barata posible solo para tener un WhatsApp, puedes acudir a una tarjeta de prepago: mientras el número esté activo tu cuenta se mantendrá en pie. Incluso hay contratos que no cuestan apenas dinero, fue justo lo que elegí.
¿Prepago o contrato? La idea era gastar el menor dinero posible. Como buscaba un WhatsApp secundario, lo mismo me daba el número de teléfono: en la principal ya tengo mi cuenta de siempre, la que utilizo con mis amigos y familiares. Así que busqué lo más barato y fiable posible.
Había dos caminos a elegir:
- Una tarifa de prepago. No hay que pagar dinero mes a mes, pero los operadores acostumbran a dar de baja las tarjetas de prepago tras siete meses sin uso (seis y un mes de cortesía). Como no quería que se me despistase la renovación, ni ir cargando dinero mensualmente, busqué una alternativa.
- Una tarifa de contrato. Lo más barato que encontré fue un número de Simyo por un euro al mes. Para lo que yo necesitaba me venía perfecto.
En realidad conozco una tercera vía: un número virtual. Hay aplicaciones que sirven para abrir un WhatsApp, incluso con la confirmación del SMS, pero no siempre garantizan el número en el tiempo (doy fe, me ha pasado). Corría el riesgo de abrir la cuenta y que luego no la pudiese recuperar. Así que preferí apostar sobre seguro.
Un euro al mes, más barato imposible. Bueno, podría ser más económico, ya que Simyo tenía tarifas a cero euros con coste bajo demanda (la «Sin cuotas»). Dicha tarifa ya no aparece como disponible: el OMV no deja reducir los datos hasta el cero. Tener 100 MB, el número de teléfono, la SIM y el envío, todo incluido por un euro, no me parece caro.
Una vez con la SIM, y con el nuevo número activo, abrir la cuenta secundaria de WhatsApp es cuestión de un minuto. Y la tendré activa siempre que mantenga la línea: son doce euros al año. Por ese coste tengo una cuenta secundaria para evitar que me molesten en la principal. Creo que me compensa.
Perfecto para separar el WhatsApp personal. Como suelo dar mi número personal para mis contactos de trabajo, al final terminan llegándome mensajes que no deseo a ese WhatsApp. Por eso he querido separarlos con una nueva cuenta. Y sin apenas invertir dinero por el camino. Cuando deje de serme útil, adiós.
Imagen de portada | Iván Linares
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