Vodafone prevé tomar el control de Finetwork. Que quiera invertir 20 millones en ella es señal de que no desaparecerá

A Lowi está a punto de crecerle un hermanito no tan pequeño, y Vodafone lo va a cuidar con mimo

Vodafone tomará el control de Finetwork en noviembre
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Editor Senior
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La mesa del sector de las telecomunicaciones en España está a punto de presenciar un movimiento clave que va más allá de un simple cambio de manos. La operadora virtual Finetwork, que en pocos años se convirtió en un actor disruptivo con ofertas agresivas, está a punto de pasar a estar controlada por su principal proveedor, Vodafone España. Lo curioso es que este proceso no se está realizando por la vía tradicional de una adquisición amistosa, sino como una reestructuración de deuda forzada por impagos y avalada por los juzgados.

La maniobra es mucho más que una cuestión administrativa entre empresas. Lo que está en juego es el futuro de una marca que ha sabido conectar con el público joven y de bajo coste, generando una presión constante en los precios del mercado. Para el usuario, esto plantea la gran pregunta: ¿qué pasará con mi tarifa? ¿Desaparecerá la marca Finetwork o sus ofertas? Para el mercado, es la respuesta de un gigante a la creciente agresividad de las operadoras low cost y el auge de rivales como Digi. Entender esta operación es clave para saber cómo se redefinirá la competencia en el móvil y la fibra en los próximos meses.

La deuda como llave del control: el origen del conflicto

Tienda Finetwork

El origen de este traspaso de poder es puramente económico y legal. Finetwork, como Operador Móvil Virtual (OMV), no posee redes propias, sino que alquila la infraestructura de otro: en este caso, Vodafone, que actúa como su proveedor mayorista de servicios de banda ancha fija y móvil. El problema se generó cuando Finetwork dejó de pagar esta factura a Vodafone desde enero, acumulando una deuda significativa.

Vodafone, en su calidad de acreedor principal, acudió al Juzgado de lo Mercantil para proponer un plan de reestructuración de la deuda. La solución aprobada, que ya recibió la homologación judicial el pasado 5 de septiembre, es un clásico en estos escenarios: convertir deuda en capital.

En la práctica, esto significa que 50 millones de euros de la deuda que Finetwork mantenía con Vodafone (ahora en manos del fondo Zegona) se canjearán por el 90% del capital social de la operadora virtual. El resultado es que los socios actuales se diluyen, quedándose solo con el 10% de la empresa, y Vodafone tomaría el control mayoritario.

El camino despejado: la doble autorización y la CNMC

El proceso para que Vodafone ejerza su nuevo rol como dueño mayoritario ya tiene luz verde en los frentes más sensibles, aunque aún falta un paso crucial. Por un lado, Vodafone España ha recibido la autorización del Gobierno a través de la Junta de Inversiones Exteriores. Esta luz verde es obligatoria al tratarse de una inversión extranjera en un sector estratégico como son las telecomunicaciones.

Por otro, la fase final se centra en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El regulador debe revisar la operación para asegurarse de que no plantea problemas de competencia en el mercado. Si bien este trámite es imprescindible, las fuentes señalan que es previsible que la aprobación final por parte de la sala de Competencia se produzca sin dilaciones, con una fecha clave prevista para mediados de noviembre. La operación, por lo tanto, avanza a velocidad de crucero hacia su conclusión administrativa.

Dinero nuevo: la señal de que Finetwork no desaparecerá

finetwork

Lo que pocos esperaban o daban por hecho en un proceso de reestructuración de deuda forzada era la inyección de dinero fresco. Una vez se consume la toma de control accionarial y se renueve el Consejo de Administración, Vodafone tiene la intención de aportar 20 millones de euros de dinero nuevo a Finetwork, tal y como señalan fuentes conocedoras a Expansión.

Esta inyección de capital es la señal más clara de que la intención de Vodafone Zegona no es hacer desaparecer la marca Finetwork, al menos de forma inmediata. Si el objetivo fuese simplemente absorber sus clientes y cerrar la operadora, este dinero sería innecesario. En cambio, los 20 millones están destinados a apuntalar la reestructuración y dar liquidez a la empresa. En la práctica, esto significa que Finetwork podrá operar y competir, bajo el paraguas y la estrategia de su nuevo dueño. Es un movimiento lógico: la marca Finetwork ha sido exitosa en su nicho y sirve para que Vodafone compita en el segmento low cost sin devaluar directamente su marca principal. .

La última batalla legal: un final aún incierto

Vodafone adquiere Finetwork

Pese al avance firme de la operación en los despachos y juzgados mercantiles, el recorrido judicial del caso aún no ha terminado. Finetwork, o más bien sus actuales socios diluidos, han presentado un recurso ante la Audiencia Provincial de Alicante contra la homologación del plan de reestructuración.

El argumento principal es que el juzgado de lo Mercantil no habría verificado correctamente la cuantía real de la deuda que Finetwork mantiene con Vodafone. Este recurso añade una capa de incertidumbre legal al proceso y recuerda que la situación está lejos de ser un acuerdo amistoso. 

Lo que sí es indiscutible es que, con la toma de control efectiva, la nueva dirección de Finetwork será la que tenga la voz cantante en las decisiones operativas y estratégicas del día a día, independientemente de la apelación en curso. Es un ejemplo palpable de cómo una relación de proveedor puede convertirse en una de propietario cuando hay impagos de por medio.

La inminente toma de control de Finetwork por parte de Vodafone es un movimiento táctico que ilustra a la perfección la tensión actual en el mercado de las telecos en España. No es solo un rescate financiero; es una estrategia defensiva de Vodafone para frenar la pérdida de clientes en el segmento low cost y ralentizar el avance de rivales como O2 o Digi. 

Que la marca Finetwork permanezca viva, apuntalada con capital fresco, demuestra que disponer de varias operadoras low cost son ahora herramientas imprescindibles en el portfolio de cualquier gran grupo. La pregunta no es si Finetwork seguirá, sino cómo se adaptará para hacer frente a su nuevo rol dentro del gigante que ahora la controla. A Lowi está a punto de crecerle un hermanito no tan pequeño, y habrá que ver cómo encaja: si para enfrentarlo con operadores medium cost como O2, Jazztel y Pepephone, o para enfrentarlo con Digi y el low cost más extremo como hasta ahora.

En Xataka Móvil | Finetwork ayudará a ralentizar el sorpaso de Digi a Vodafone. La duda es cuánto aguantará.

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