El movimiento de Starlink no es menor: tras invertir más de 17.000 millones de dólares en espectro satelital, la compañía de Elon Musk quiere dejar de ser solo “el internet rural por satélite” para convertirse en un rival directo de las telecos. Su plan es claro: ofrecer 5G NTN directamente desde sus satélites a cualquier smartphone del planeta.
El discurso suena bien, pero la realidad tecnológica pone dos frenos de peso: velocidad y batería. Dos factores que hacen que, por mucho que compre espectro, Starlink nunca pueda sustituir el servicio ofrecido por las redes móviles terrestres.
Direct-to-Cell: la vía rápida que funciona porque depende de las telecos
Hoy Starlink ya ofrece un servicio llamado Direct to Cell, basado en conectividad D2D (Direct-to-Device). La clave es que este servicio usa espectro IMT, es decir, las mismas frecuencias que emplean las telecos para 4G y 5G.
¿Cómo lo consigue? Alquilando espectro a las operadoras móviles. Es un modelo de colaboración: el satélite se comporta como una “torre voladora” que amplía la cobertura allí donde no llega la red terrestre.
Lo bueno es que casi cualquier móvil actual, incluso uno de gama media de hace tres o cuatro años, puede conectarse sin cambiar de hardware. En cambio, depende de acuerdos con las telecos, y eso limita la independencia de Starlink.
Espectro satelital propio, pero insuficiente como sustituto
Para liberarse de esa dependencia, Starlink ha comprado espectro en las bandas S y L, tradicionales del servicio MSS (Mobile Satellite Services). Estas frecuencias permiten que el operador actúe sin depender de licencias de las telecos, ya que son exclusivas para uso satelital.
El problema es que este salto tiene dos costes ocultos:
- Necesitas un móvil compatible con MSS. Un smartphone normal no sirve ya que haría falta un chipset y una antena diseñados específicamente para recibir esas frecuencias. Es lo que ya pasa con el SOS satelital de Apple o con Snapdragon Satellite en Android: funciona, pero solo en unos pocos modelos premium.
- El ancho de banda es mucho menor. Las bandas S y L están pensadas para mensajería, telemetría y servicios críticos, no para navegar a 200 Mbps desde la playa. El ancho de banda disponible es muy limitado en comparación con las bandas IMT que usan las telecos para 4G y 5G, así que aunque tengas un móvil compatible, la velocidad máxima que alcanzará siempre será muy inferior (en torno a un máximo de 300 Mbps) a la de cualquier red terrestre, y que en mmWave pude superar los 10 Gbps.
La batería: el gran talón de Aquiles del MSS
La otra gran limitación es la autonomía. Conectarse a una torre a 2 km es muy distinto de hacerlo con un satélite a 400 u 800 km sobre tu cabeza.
- En redes IMT, un móvil transmite con potencias relativamente bajas porque está optimizado para ese espectro.
- En MSS, el móvil necesita mucha más potencia para que la señal llegue al satélite.
Consecuencia:
- Enviar un simple mensaje de emergencia puede consumir tanta energía como varias llamadas normales en 4G.
- Hacer una videollamada (si llegara a ser posible en MSS) podría drenar un 20-30% de batería en minutos.
- Incluso en escenarios de bajo uso, la batería “vuela” en comparación con conectarse a una red terrestre.
Por eso, los servicios MSS actuales están limitados a mensajes cortos o SOS, no a un uso intensivo de datos.
El futuro más realista: colaboración, no sustitución
Starlink puede comprar espectro y lanzar miles de satélites, pero no puede cambiar las leyes de la física ni las limitaciones del hardware. El espectro MSS nunca ofrecerá el ancho de banda de las bandas IMT y un móvil transmitiendo a un satélite consume demasiado como para ser una alternativa diaria.
En el mejor de los casos, Starlink MSS podrá ser un complemento para emergencias, zonas rurales y usuarios premium. Pero sustituir a una teleco con cobertura 4G/5G terrestre es, sencillamente, imposible.
Lo que sí veremos es un futuro híbrido:
- Las telecos seguirán liderando la conectividad en ciudades y pueblos.
- Starlink y otros operadores satelitales darán cobertura en lugares donde no llegan las antenas, como desiertos, mares o zonas rurales.
Pero el día a día de tu móvil seguirá dependiendo de las redes terrestres. Porque al final, la velocidad y la batería son jueces implacables. Starlink podrá ampliar la cobertura, incluso salvar vidas en emergencias. Pero sustituir a las telecos con MSS es un sueño que hoy resulta imposible.
En Xataka Móvil | 50.000 satélites van a inundar el cielo antes de 2030. El problema es que se lanzan sin el debido control y hay riego de colapso.
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