Todo sobre la carga rápida: cómo funciona, peligros y velocidades máximas

Todo sobre la carga rápida: cómo funciona, peligros y velocidades máximas

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Todo sobre la carga rápida: cómo funciona, peligros y velocidades máximas

Da la sensación de que los fabricantes de teléfonos móviles han decidido solucionar uno de los problemas más acuciantes del ecosistema desde que aterrizaron los smartphones y comenzó a aumentar drásticamente el consumo energético: el problema de la autonomía. Para ello, las pilas internas empiezan a crecer de forma más o menos estandarizada en todo el mercado pero también se pone mucho empeño en hacer evolucionar las cargas rápidas hasta techos loquísimos, como los 240 W planteados ya por OPPO en 2022 y que se han comercializado en estos últimos dos años.

Basta con echar un vistazo al último estándar publicado hasta el momento, la Quick Charge 5.0 de Qualcomm, y a su límite de los 100 vatios para cargas rápidas, pero en el mercado hay muchas otras opciones y también "trucos" para sobrepasar los límites empleando distintos métodos como las baterías duales. Pero antes de nada, veamos qué es exactamente una carga rápida, aunque el concepto sea más fluido de lo que parece y pueda evolucionar con el tiempo.

Qué es la carga rápida y cómo funciona

A la hora de describir la carga que soporta un teléfono móvil o la que es capaz de entregar un cargador externo, los fabricantes emplean comúnmente los vatios. Los vatios no son otra cosa que una unidad de potencia con la que se mide el consumo, en este caso entrega, de energía de un equipo. Es un valor que se calcula con una multiplicación sencilla de voltios por amperios.

En la actualidad, consideramos carga rápida a toda carga que supere los 15 vatios, aunque eso es bastante lento en realidad

Con un ejemplo rápido y muy simplificado, imaginemos que tenemos una autopista. Cada uno de los carriles de la autopista es un amperio y el ancho de cada uno de los carriles se mediría en voltios. Si tenemos carriles anchos podremos hacer pasar por ellos vehículos más anchos que transporten a más personas (o energía), y cuantos más carriles tengamos, más vehículos podrán recorrer la autopista en paralelo. Así que voltios por amperios es igual a vatios. Gracias a esa operación calculamos la "potencia de la autopista", su capacidad para transportar más o menos personas del punto A al punto B. O del enchufe a nuestro móvil.

Decíamos al principio que el concepto de carga rápida es algo fluido pues se puede definir la carga rápida como toda aquella que supera la carga estándar. Es lógico, ¿no? Si todo el mundo circula a 80 kilómetros por hora en nuestra autopista, los que van a 90 kilómetros por hora van rápidos, y esa velocidad media puede variar. Así que durante mucho tiempo, la velocidad de carga estándar fue de 5 vatios o 5 W, y todo lo que superase esa velocidad se consideraba carga rápida. Hoy en día sería más correcto decir que la carga estándar es de 30 W, pero quizá deberíamos aumentar ya esa media.

Xiaomi ha hecho un gran trabajo al democratizar la carga rápida gracias. aque prácticamente todos sus móviles modestos llevan dos años viniendo con cargadores de 30 W, aunque es algo que en móviles de gamas más altas, incluso, no se ha logrado.

carga rápida

Así pues, los fabricantes no dejan de invertir dinero en sus equipos de investigación y desarrollo para lograr cargas rápidas cada vez más veloces, y para ello emplean diferentes sistemas. Algunos de ellos tratan de estandarizarse, como los que habilitan los fabricantes de procesadores como Qualcomm o MediaTek, y otros de ellos son sistemas propietarios como las cargas rápidas de OPPO, OnePlus, Huawei o Xiaomi, por citar las más conocidas.

Aparte de Qualcomm, hay compañías que han puesto sobre la mesa nuevos sistemas de carga rápida. Los 120, 200 o 240 W se consiguen jugando con los flujos de corriente de la energía que llega a través del cargador, y entregando la energía correcta en cada una de las partes de la batería. Otro de los trucos es utilizar baterías duales. Así puedes alimentar cada una por separado y duplicar de forma efectiva la velocidad de carga.

Los peligros de la carga rápida

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Aunque quizá sería más correcto hablar de un único peligro si el sistema funciona como debe y no tiene defectos de fábrica (DEP para el Galaxy Note 7), pues el gran enemigo de las baterías de los teléfonos móviles, que actualmente son Li-Ion o baterías de iones de litio, es el calor. El calor es la auténtica némesis de las baterías y un enemigo más formidable incluso que los ciclos de carga. Que de hecho, están relacionados también con el calor.

Cuando la temperatura de las baterías se eleva por encima de lo recomendado, las baterías sufren un desgaste más alto de lo normal dado que el calor incide directamente sobre su rendimiento. Y si cargar una batería de forma normal ya hace que su batería se eleve (aunque de forma controlada), la carga rápida hace que la temperatura sea aún más alta. De ahí que los fabricantes investiguen sistemas para entregar más energía sin elevar las temperaturas y encontramos incluso cargadores inalámbricos con refrigeración incorporada.

Es por ello que los expertos suelen recomendar que usemos la carga rápida cuando sea absolutamente imprescindible, por ejemplo cuando hacemos paradas cortas y necesitamos recuperar la autonomía del teléfono lo antes posible. Si nuestro ritmo de vida nos hace cargar el teléfono en la mesilla durante toda la noche, se recomienda que nos hagamos con cargadores lentos que entreguen 5 W o menos (el puerto USB de tu ordenador entrega 2,5 W, por ejemplo). El teléfono podrá cargar durante horas con un aumento de temperatura mínimo, preservando así la durabilidad de su batería.

Ahora bien, es algo que se está estudiando y cada vez que se anuncia un nuevo sistema de carga rápida, los fabricantes lo acompañan con diapositivas en los que explican que su sistema se mantiene perfectamente tras 500, 800 o hasta 1.600 ciclos de carga, con una vida del 80% pese a la carga rápida. Eso tiene letra pequeña, claro, pero también es verdad que los móviles cuentan con sistemas efectivos para disminuir el desgaste de las baterías tanto de forma pasiva como activa a la hora de cargar.

Otro gran peligro que suele asociarse a las cargas rápidas es el económico dado que si entregamos más energía al teléfono consumiremos más electricidad y, por tanto, nuestro recibo mensual aumentará. Pero este peligro no lo es tanto dado que cargar nuestro teléfono móvil tiene una incidencia mínima en el consumo anual de nuestro hogar. Según estudios realizados por el Instituto Nacional de Estadística, cargar nuestro teléfono móvil cuesta aproximadamente 1,5 euros al año, y con sistemas de carga más agresivas puede llegar a los 3 euros anuales. Entre 12 y 24 céntimos al mes.

Las velocidades máximas actuales en carga rápida

Dicho todo esto, veamos en qué punto nos encontramos actualmente. Hace un par de años nos sorprendíamos con los 150 W de Realme o los 120 W de Xiaomi en sus modelos más caros, algo que no se ha superado como tal, pero sí podemos decir que se ha democratizado.

Por ejemplo, en mayo de 2021 conocimos la tecnología Hypercharge de Xiaomi con sus 200 W y sí, era una barbaridad porque podíamos cargar un móvil con una batería de 4.000 mAh en ocho minutos. Por otro lado, en Xataka analizamos el Realme GT3 con su carga de 240 W. No es un modelo que haya llegado a España, pero es un terminal comercial que tiene esa impresionante carga.

OPPO cuenta con esa misma tecnología y Xiaomi no ha ido tan lejos como con los 200 W, pero definitivamente no se han quedado parados. Su modelo estrella del pasado año, el Xiaomi 13 Ultra, carga a 90 W por cable (con unos 50 W inalámbricos, que no está nada mal), pero el Xiaomi 13T Pro tiene en la caja un cargador de 120 W.

Motorola también está en esa pelea con los 125 W del Edge 40 Pro, Vivo presume de 120 W con el Vivo X90 Pro y Huawei, quien curiosamente popularizó tantísimo la carga rápida en su día, tiene 88 W para su buque insignia, el Huawei Mate 60 Pro. Por otro lado están los más conservadores, como Samsung con los 45 W del Galaxy S23 Ultra, Google con los 30 W del Pixel 8 Pro y Apple con... 15 W en el iPhone 15 Pro.

En Xataka Móvil | Cómo reducir la carga rápida de tu móvil para aumentar la vida de la batería

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