Las empresas de telecomunicaciones me han hecho una experta en hacer amagos de portabilidad. Todo empezó hace años, con alguna promoción para comprar un iPhone a plazos en oferta que, al llegar a su fin, el móvil era mío con todas las letras y el descuento del 50% en mi factura se acababa. Vuelta a empezar: echaba un ojo a las tarifas de otras operadoras que me parecen interesantes, iniciaba la portabilidad sin miedo y allí estaba Vodafone, fiel a su cita con una contraoferta irresistible.
Y así llevo más de una década con Vodafone, que en ese tiempo me ha ofrecido un servicio decente, una atención al cliente aceptable (especialmente si me acerco a una tienda física) y con la premisa del descuento, buenos precios. He probado varias telecos y aunque todas tienen sus más y sus menos, soy partidaria del "si algo funciona, no lo toques".
Afortunadamente, desde hace tiempo ya no tengo que hacer ese tira y afloja: cuando Zegona tomó el control de la teleco, una de las primeras medidas fue convertir esos descuentos temporales en permanentes. Se acabaron los amagos y con ello consiguieron lo quería su nueva dueña: retener clientes. De hecho, lo ha hecho tan bien que para mí se ha convertido en un arma de doble filo: llevo meses pagando por un servicio que no uso.
Cuando las ofertas permanentes se convierten en caramelos envenenados
En febrero abandonamos el piso donde teníamos contratada la fibra que va asociada a mi número de teléfono (dos líneas, en realidad) y lo hice sin un destino claro: primero busqué un alquiler, pero al poco tiempo cambié de idea y me lie la manta a la cabeza con la idea de compra. Encontré un piso y pagué la entrada. Desgraciadamente, el proceso se está demorando más de lo esperado.
En ese momento aparecieron ante mí varias opciones. La primera fue reducir los servicios contratados con Vodafone, pero entonces ya no me salía tan rentable. De hecho, ya no merecería la pena mantenerme en la teleco solo para las dos líneas.Además, más pronto que tarde tendré que poner fibra en mi futura casa y entonces perdería el ofertón. Sí, hay otras opciones, pero prefiero tenerlo todo unificado y estoy contenta con el servicio de Vodafone.
La segunda opción fue trasladar la fibra de mi contrato a otra casa para seguir aprovechándola. Como comprobé cuando migré mi fibra de Pamplona a Madrid, la instalación y puesta a punto del servicio era gratis y puedes hacerlo las veces que quieras, pero lleva asociada una permanencia de un año. Pensé en cambiar la fibra a la casa de una amiga o la de mis padres mientras estaba allí, pero iba a ser algo temporal y además ya tienen contratado un servicio. Eso sin hablar de extender esa permanencia.
Me acerqué a una tienda de Vodafone en busca de alternativas y la persona que me atendió vino a confirmarme lo que temía: si quería mantener esa oferta, tenía que aguantar lo contratado. En ese momento pensé que serían un par de meses, pero está siendo más. Aún así, Vodafone ha conseguido lo que antes era imposible: ya no solo no hago amagos, sino que pago por servicios que no uso solo para quedarme.
En Xataka Móvil | Las mejores tarifas de solo fibra barata en 2025 y comparador con todas las compañías de teléfono
En Xataka Móvil | Las mejores tarifas baratas de fibra y móvil en 2025. Comparativa con todos los operadores
Portada | Foto de TechieTech Tech en Unsplash
Ver 9 comentarios