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Editor SeniorEn el universo de las telecomunicaciones, los satélites suelen jugar un papel complementario: sirven para dar conectividad donde las redes terrestres no llegan. Pero Starlink, la constelación de satélites de SpaceX, está redefiniendo ese rol: quiere pasar de complementaria a competidora directa.
Su objetivo ya no es solo ofrecer conectividad móvil directa al teléfono a través de acuerdos con los operadores tradicionales. En el horizonte 2027 se perfila como el año en que este abordaje al negocio de las telecos empezará a materializarse.
La primera pieza del tablero: disponer de espectro propio
El espectro radioeléctrico es el recurso clave para la conectividad: quien controla licencias en bandas útiles para móviles tiene una ventaja estratégica enorme. Durante décadas, las operadoras móviles han acumulado esas licencias para sus redes 4G, 5G, etc.
Para que Starlink pueda operar como una red móvil satelital independiente necesita acceso al espectro que usan los móviles. Si depende de alquilar espectro de operadoras tradicionales, su despliegue queda condicionado a acuerdos con ellas, lo que limita su autonomía y capacidad disruptiva.
Para poder desplegar su propia red directa al teléfono, SpaceX anunció recientemente la compra de licencias de espectro inalámbrico de EchoStar por unos 17.000 millones de dólares.
La segunda fase: integrar el chip satelital en el teléfono
Una vez que tienes el espectro, el siguiente reto es que los teléfonos “entiendan” cómo hablar con satélites. Eso significa integrar hardware y firmware adecuados en los chips de los dispositivos móviles.
Para lograrlo, SpaceX ya está en negociaciones con fabricantes de microchips para que los teléfonos de próximas generaciones integren componentes compatibles con Starlink, tal y como avanzó Gwynne Shotwell, directora operativa de SpaceX, en una conferencia (World Satellite Business Week).
Shotwell comentó que tener el espectro elimina dependencias incómodas con operadores cuando se cruzan fronteras nacionales. Ahora que controlan el espectro, iniciarán discusiones con los operadores "de una forma diferente". Shotwell señaló que SpaceX intenta conservar su “magia” y evitar convertirse en una burocracia pesada.
La idea es que los nuevos chips manejen tanto redes terrestres (4G, 5G) como la conectividad vía satélite con espectro MSS, asegurando interoperabilidad sin cambios visibles para el usuario, e intentando solventar algunas de las desventajas para los smartphones que eso supone.
Convertir un chip convencional en compatible con enlaces satelitales involucra investigación, prototipos y validaciones que demandan años. Las negociaciones con fabricantes no son triviales. SpaceX ya ha dicho que pretende probar hacia finales de 2026.
No obstante, que unos cuantos teléfonos integren el chip adecuado es una cosa; producirlo a escala, garantizar soporte, coste adecuado, certificaciones internacionales, partners de software, es otra mucho más compleja. Así que es probable que todavía queden años de margen a las teleco para hacer frente a quien pretende quedarse con parte de su pastel. Un frente en el que AST Space Mobile, Eutelsat y Lynk también jugarán un papel importante.
Aunque técnicamente el reto es enorme, y el ecosistema regulatorio y comercial presenta escollos serios, 2027 aparece como un año plausible para el inicio del asalto formal de Starlink al terreno de las telecos. Si tiene éxito, la forma en que usamos el móvil podría cambiar: en lugar de depender exclusivamente de las teleco, podríamos “ver al cielo” como parte de la red.
En Xataka Móvil | Starlink es mucho más rápido que cualquier otro internet por satélite actual. Y no tiene nada que ver con la velocidad.
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