Del RAZR al RAZR 5G, así ha evolucionado el plegable de Motorola

Motorola ya ha presentado la segunda generación de sus teléfonos móviles con pantalla plegable, el Razr 5G ya está entre nosotros. Casi ha pasado un año desde que la firma recuperase su vieja gama Razr para adaptarla a los nuevos tiempos, ofreciendo una gama media con una de las características más punteras del momento y que ya casi se ve con normalidad: una pantalla literalmente plegable.

Con la llegada del nuevo modelo, el Motorola Razr 5G, el fabricante da el paso de adaptarlo a la última en cuanto a conectividad dotándolo de un 5G cada vez más presente y demandado, y manteniendo su dispositivo en las líneas medias del mercado. El fabricante se sigue moviendo en la franja de los Snapdragon 700 aunque ahora con un Snapdragon 765G que hace un poco más 'gaming' su dispositivo. Veamos cómo ha evolucionado en este poco menos de un año.

Mismos rostros, corazón más potente y con 5G

Aparte del lógico cambio de diseño del nuevo Razr 5G para adaptarse a las últimas tendencias, lo cierto es que buena parte de sus características más visibles se mantienen idénticas entre ambas generaciones. Por ejemplo, las dos pantallas. Se mantiene el OLED plástico para el interior, para el panel plegable, con la misma resolución del pasado ejercicio: 2.142 x 876 con un ratio 21:9.

La pantalla externa se mantiene también invariable con su OLED de cristal (aquí no hace falta flexibilidad) con resolución de 800x600 y ratio 4:3. No hay salto entre ambos modelos en materia de respuesta táctil o de velocidad de refresco. Tanto el Razr 5G como el anterio Razr empatan a la hora de hablar de 60Hz para el panel y 120Hz para la superficie táctil.

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Tampoco varía el diseño con protección contra el agua, leve, únicamente contra salpicaduras, pero presente en esta nueva generación, además de las características de conectividad. Seguimos teniendo un teléfono con doble SIM gracias a una eSIM interna, un teléfono con WiFi 5, Bluetooth 5.0, chip NFC para pagos móviles y con puerto USB tipo C. La gran diferencia aquí es, lógicamente, la aparición del 5G SA/NSA que nos ofrece el nuevo procesador.

Porque si en el Razr original encontrábamos al Snapdragon 710 al frente de las operaciones, ahora el turno es para un hermano mayor, el Snapdragon 765G. Más potencia, más gráfica con el salto de las Adreno de la 616 a la 620, y también más memorias. Ya no tenemos 6GB/128GB como en el Razr original, ahora el Razr 5G pone 8GB y 256GB en nuestras manos. Por cierto, la batería también crece y pasamos a tener 2.800 mAh con la misma carga rápida, la Turbo Power de 15W.

Salto en cámaras y dimensiones

Otra diferencia que se aprecia entre los hermanos Razr es que el último en llegar disfruta de mejores cámaras, y en todos los sentidos. La exterior principal, por ejemplo, ahora es de 48 megapíxeles con lente f/1.7 y puede ofrecer fotografías de 12 megapíxeles fusionándose en bloques de cuatro (pixel bining). La lente gana estabilización óptica con el salto de generación, pues el Razr original la tenía únicamente electrónica.

Otro avance es que ahora hay una segunda lente acompañando a la primera. Mientras que en el Razr original había un solo ojo, ahora tenemos dos pues hay un TOF 3D láser para lecturas de profundidad acompañando al primero. Mejor fotografía también en el frontal, por cierto, en el sensor que queda dentro una vez plegado. Para los selfies tenemos ahora 20 megapíxeles f/2.2, cuatro veces más que en la pasada generación.

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Si tenemos más cámaras y más batería, lo lógico es que el tamaño del teléfono se resienta y esto lo notamos principalmente en el grosor. Ahora tenemos 7,9 milímetros abierto y 16 milímetros plegado, aunque ganamos algo al reducirse la longitud hasta los 169,2 milímetros. Tal vez el salto no sea espectacular pero también se refleja en el peso: de 205 gramos pasamos a 192 gramos con el Razr 5G.

El nuevo Razr 5G llega directamente con Android 10 en su interior, por cierto, algo a lo que el Razr original llegó mediante una actualización, y repite con el lector de huellas dactilares situado en el logotipo del teléfono. Pero hay algo más, se mejora el precio. Si el Razr llegó a 1.599 euros ahora nos costará 100 euros menos: 1.499 euros desde el mes de octubre.

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