China quería hacer el 70% de sus chips para 2025. Era una misión imposible, pero han conseguido varios hitos inesperados

  • El bloqueo estadounidense buscaba asfixiar la tecnología china, pero ha acelerado la creación de una industria paralela

  • Desde chips de 5 nm fabricados con máquinas antiguas hasta alternativas a NVIDIA: así ha logrado China lo que parecía inviable

China Chips 2025
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Pepu Ricca

Editor

Hace una década, el plan «Made in China 2025» fijó un objetivo que Occidente miró con escepticismo: fabricar el 70% de los chips que consume el país dentro de sus propias fronteras. Hoy, con el plazo vencido y en medio de una guerra comercial muy agresiva, China no ha alcanzado esa cifra global

Sin embargo, ha conseguido hitos igual de inquietantes para sus rivales: sobrevivir y avanzar donde se le dijo que era imposible. Las sanciones de Washington, diseñadas para lastrar el desarrollo tecnológico de China, han tenido un efecto rebote. Gigantes como Huawei, SMIC o YMTC han tejido una red de colaboración con hitos impensables en chips móviles, IA y memorias.

Esta es la radiografía de un país volcado en su resiliencia que está redefiniendo el orden mundial de la tecnología.

La barrera de los 7nm. Durante años, se asumió que sin las máquinas de litografía ultravioleta extrema (EUV) de la europea ASML, China estaba condenada al estancamiento. No obstante, Huawei y SMIC han roto ese techo de cristal. Tras el éxito inicial de móviles como los Mate 60, la compañía ha logrado producir el Kirin 9030 en un proceso de 5 nm (técnicamente un nodo N+3 de SMIC) para sus últimos Mate 80.

¿El truco? Llevar la ingeniería al límite mediante técnicas como el multiple-patterning: usar las máquinas antiguas (DUV) para realizar múltiples pasadas sobre la oblea. Es un proceso caro y con menor tasa de rendimiento, pero demuestra que Huawei ya no necesita esconder sus chips y es capaz de recuperar el trono en China, superando incluso a Apple.

El campo de batalla de la IA. Si el móvil es prestigio, la IA es poder. Aquí, el dominio de NVIDIA parecía intocable, pero el gobierno chino ha intervenido con mano dura: ha exigido a los centros de datos que usen chips locales. Motivo por el que se han disparado las alternativas como los chips Ascend de Huawei y ha impulsado fenómenos bursátiles como Moore Threads (la "NVIDIA china").

El problema aquí no es solo el hardware, sino el software. CUDA, la tecnología de la estadounidense, es esencial y en estas, Huawei está construyendo la suya propia colaborando con gigantes como DeepSeek para optimizar modelos de IA directamente sobre su hardware.

Almacenamiento y memoria. Quizá el éxito más silencioso y rotundo esté en las memorias. Empresas como YTMC (en almacenamiento NAND) han logrado desarrollar tecnologías de apilado que rivalizan con lo mejor de Samsung o Micron: poniendo en jaque a la industria surcoreana, todavía reina de este segmento.

El único eslabón débil sigue siendo la memoria HBM, necesaria para la IA y donde China lleva unos dos años de retraso. Sin embargo (y como no), Huawei ya ha marcado esto como prioridad y está desarrollando también soluciones propias en inteligencia artificial.

La madre de todas las batallas. Esa no es otra que la tarea de fabricar las máquinas que fabrican los chips. Nada de lo anterior es sostenible a largo plazo si China sigue dependiendo de máquinas occidentales reparadas o antiguas. Por eso, el esfuerzo más titánico está en la litografía. Ante el bloqueo de ASML, China ha intentado desde la ingeniería inversa hasta nuevas tecnologías como la nanoimpresión, donde empresas como Pulin Technology ya tienen equipos listos.

Además, socios en la sombra de Huawei como SiCarrier han empezado a mostrar equipos de litografía capaces de producir en 5 nm, confirmando que la inversión en más de 60 empresas satélites está dando frutos para conformar una cadena de suministro 100% local.

En este campo de batalla, China ha tenido una enorme noticia en los últimos días: su "Proyecto Manhattan" en Shenzhen. Se trata de una exclusiva de Reuters que ha revelado algo muy importante para la industria china de chips. La primera máquina EUV del gigante asiático: Huawei y el estado chino han logrado construir un prototipo funcional capaz de generar luz ultravioleta extrema, el paso crítico para imprimir chips avanzados sin depender de ASML. Aún le faltan componentes como las ópticas de precisión, pero su existencia adelanta el calendario a un horizonte tan cercano como 2030: no es solo un prototipo, es una prueba más de la resiliencia de China.

Huawei Kirin

Objetivo final. La independencia china no termina en los chips de procesadores o memorias. La estrategia es vertical y total: Huawei ha abrazado como socio a SmartSens, un fabricante de sensores CMOS, logrando con ellos el trono en fotografía móvil sin depender de Sony ni Samsung. China busca controlar toda la cadena de suministro: desde el sensor hasta el sistema operativo.

Incluso en la automoción, fabricantes como NIO están licenciando chips de 5 nm propios. Todo esto converge en un divorcio del software que parece definitivo: el adiós a Android con HarmonyOS Next por parte de Huawei y la integración de modelos de IA propios como DeepSeek.

China no habrá conseguido su objetivo, pero sí ha logrado algo muy importante: sobrevivir al asedio, que no es poco, y está ahora en proceso de construir su propia fortaleza tecnológica autosuficiente. Argumentos no les faltan, quizá solo sea cuestión de un poco más de tiempo.

Imagen de portada | Generada con Nano Banana Pro por Pepu Ricca para Xataka Móvil

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