ZTE acaba de recibir una buena reprimenda de Estados Unidos que podría tener consecuencias muy graves para la marca. El caso comenzó el año pasado, cuando la compañía admitió haber conspirado en la distribución de productos americamos en Irán, lo que supuso una violación de las sanciones impuestas contra el país.
Además de pagar una cuantiosa multa, ZTE se comprometió a disciplinar a un buen número de empleados, pero al parecer no ha cumplido con este punto, lo que ha provocado que Estados Unidos imponga una severa prohibición: ninguna compañía americana puede vender componentes a ZTE durante siete años.