Que el fútbol siga o no en los operadores solo depende de una cosa: que nadie dé el primer paso

Que el fútbol siga o no en los operadores solo depende de una cosa: que nadie dé el primer paso
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Mucho se está hablando en las últimas semanas del futuro del fútbol televisado en España. Tras adjudicarse Mediapro los derechos de la Champions y Europa League en su totalidad, ya no habrá partido en abierto, para las próximas tres temporadas, en cuestión de uno o dos meses saldrán a subasta los derechos de emisión de La Liga para las temporadas 2019/20, 2020/21 y 2021/22.

Aprovechando las presentaciones de resultados anuales y distintas comparecencias, Movistar, Vodafone y Orange han transmitido un mismo mensaje: no ofrecerán fútbol si los precios de los derechos se mantienen en su nivel actual o incluso suben, como pretende los gestores del campeonato. En medio está Mediapro, cuyo principal negocio se basa en comprar derechos para luego revenderlos a los operadores, pero lo cierto es que por mucho que amenacen los operadores (como ya hicieron en el pasado) solo hace falta que uno apriete el botón para que el resto vayan detrás.

La historia se repite. Se acerca el momento de negociar y pujar por los derechos de La Liga y los operadores empiezan a emplear sus técnicas para empujar el precios de esos derechos a la baja, asegurando que si siguen subiendo prefieren quedarse sin fútbol. El operador más claro y gráfico ha sido Vodafone, ya que en palabras de Antonio Coimbra (CEO del operador en España) los clientes con fútbol contratado generan 200 millones de euros de ingresos al año (por todos los servicios contratados), mientras que la factura de los derechos asciende a 240 millones de euros anuales. Perder todos esos clientes y dejar de ofrecer el fútbol les llevaría a "ganar" 40 millones de euros.

Todos se vigilan de reojo

Gracias a los datos revelados por Vodafone podemos echar cuentas muy claras. Si poder contar con todo el fútbol supone un desembolso de 240 millones de euros, a 10 euros al mes por el paquete que lo incluya, si todos los clientes que lo contratasen lo mantienen durante 10 meses al año (de agosto a mayo), cada cliente pagaría 100 euros, serían necesarios 2,4 millones de clientes simplemente para no perder dinero. A 20 euros al mes serían necesarios la mitad, 1,2 millones de clientes para alcanzar la rentabilidad, pero teniendo en cuenta que Vodafone tiene 400.000 clientes con el pack fútbol, tendrían que pagar 60 euros al mes para que el operador no perdiese dinero. Y sabemos que a ese precio serían cuatro gatos los que contratarían el fútbol.

Solo hace falta que uno de los principales operadores ofrezca el fútbol para que el resto vayan detrás, olvidándose de la rentabilidad

Demostrado a que ese coste de los derechos la rentabilidad es imposible, los operadores tienen un problema, que desde Orange evidenciaron muy claramente con una frase: "si otro operador ofrece el fútbol, nosotros también lo tendremos". Ése es el problema de los tres grandes operadores, que son como jueces de La Voz con las manos sobre el botón de darse la vuelta, si uno lo pulsa (muchas veces) empuja al resto a que también lo pulse. El fútbol no será rentable, pero hay más miedo a perder clientes, por mucho que los clientes futboleros no sean rentables. Solo Euskaltel se atrevió a no pulsar el botón en su día y lo cierto es que apenas sufrió las consecuencias, mientras que MásMóvil no para de crecer sin ofrecer ni fútbol ni ningún tipo de contenido audiovisual.

Amazon puede ser la muleta de los operadores

Amazon

A la espera de la subasta por los derechos de La Liga y con las negociaciones entre operadores y Mediapro por la Champions recién iniciadas, todos se preparan para un posible futuro sin fútbol. Vodafone ha reforzado su oferta audiovisual con el cine independiente de Filmin, Orange sigue completando con más canales y funciones su televisión, mientras que Movistar integrará los contenidos de Netflix. Y más les vale moverse, porque los usuarios lo que más buscan son cine y series y eso ya lo ofrecen Netflix y HBO entre otros, preferidas por los usuarios jóvenes por la libertad de contratación que ofrecen.

Amazon podría ser la "salvación" de La Liga, ayudando a que los derechos no se deprecien

En toda esta historia se ha cruzado Amazon. Tiempo se lleva hablando sobre la posibilidad de que ellos, Facebook o Netflix puedan entrar en la pelea de los derechos deportivos, como ya han hecho en otros países, pero recientemente hemos sabido que Amazon parece querer entrar de lleno. Su objetivo sería buscar una alianza con un operador, con el fin de compartir costes y poder emitir La Liga vía Amazon Prime Video, que dicho sea de paso le valdría como excusa para justificar la planeada subida de la suscripción Prime.

El método de subasta puede ser clave

Los principales operadores presionan para tirar a la baja el precio de los derechos, mientras que la posible incorporación de Amazon a la pelea los impulsaría al alza. Pero lo primordial es conocer cómo se subastarán los derechos. Si se repite el esquema de la última subasta, se ofrecerán lotes con distintos partidos: uno que solo incluye un partido de Primera y otro de Segunda en primera elección (el conocido Partidazo que tiene Movistar), otro con el resto de partidos (ahora en manos de Mediapro, que los emite en beIN La Liga), otro con la Segunda (quedó desierto y se emite parte en abierto y mediante Sky) y un último con los derechos para bares (que compraron en conjunto Vodafone y Orange).

En la última subasta los derechos de emisión se dividieron por lotes y ninguna empresa se podía hacer con más de uno

El "truco" de la última subasta es que nadie podía hacerse con más de un lote, lo que forzó a los interesados a entrar en un juego en el que todos picaron: hacerse al menos con un lote para así jugar con él para hacer un intercambio de cromos y poder contar con todo el fútbol. De esa manera, tanto Movistar como Vodafone y Orange cuentan con todo el fútbol, porque se necesitaban entre sí para satisfacer a sus clientes particulares y de hostelería. Más raro resultó que Movistar y Mediapro llegasen a un acuerdo para que el Partidazo llegase a beIN Connect, reforzando la posición de la plataforma online de Mediapro.

El problema de las pretensiones de La Liga, que quiere recaudar 1.300 millones de euros anuales, es que si se mantiene la restricción de una empresa, un lote, podrían quedar todos desiertos salvo el que compre Mediapro, decidida a volver a comprar los derechos para revenderlos a los operadores. El as en la manga de la LFP podría ser crear una plataforma online para emitir los partidos con derechos no comprados, pero no es su objetivo, porque la venta de derechos asegura los ingresos, mientras que su venta directa por internet no. La irrupción de nuevos actores, como Amazon, podría ser clave en este caso.

Mediapro podría tener un plan B

Fútbol en un smartphone

Movistar, Vodafone y Orange estarían encantados de quedarse sin los derechos y permitir a Mediapro instalar beIN Connect en sus descodificadores, para que los clientes que así lo quieran accedan al fútbol. De hecho, la mayor queja sobre los costes de reventa de derechos de Mediapro es que la empresa catalana exige una cantidad fija en función de los clientes del operador, independientemente de cuántos accedan finalmente al fútbol. Los operadores preferirían, y estarían satisfechos, si en vez de una cantidad fija pudiesen pagar una cantidad por cada cliente suyo que adquiera los canales del fútbol, pero Mediapro se ha negado a ello hasta ahora.

Mediapro podría presionar a los tres grandes vendiéndole los derechos a MásMóvil a precio de saldo

En caso de no llegar a ningún acuerdo con los tres grandes, Mediapro seguiría explotando los derechos mediante su plataforma online, aunque de nuevo la piedra en el camino sería la rentabilidad. Y ahí puede salir la última carta de Mediapro para presionar a Movistar, Vodafone y Orange: venderle a un precio asequible los derechos a MásMóvil. El operador amarillo siempre se ha mostrado nada interesado en adquirir derechos deportivos o de cualquier tipo, pero si lo ponen a tiro, con la posibilidad de robar clientes a sus grandes rivales de por medio, no rechazaría esa oportunidad.

Sin fútbol, ¿dejarán de subir sus tarifas?

Para cerrar este artículo, hay algo de lo que no nos podemos olvidar: ¿seguirían subiendo las tarifas de los tres grandes sin fútbol? Es cierto que sus continuas subidas siempre han sido justificadas con distintas excusas (más gigas para el móvil, nuevos servicios, más velocidad en la fibra...) pero todos sospechamos que esas subidas han ido, en parte por lo menos, a tapar el agujero que dejaba el fútbol, pagando al final por él los interesados en el balompié y los no interesados.

El ARPU manda, así que nada de bajar tarifas

Sin fútbol esas subidas tendrían menos justificación y en parte se podrían detener, pero al final una de las métricas más relevantes para los operadores es el ARPU, el ingreso medio mensual por cliente (entre los clientes de Movistar Fusión se acerca ya a los 90 euros) y la manera más sencilla de subirlo es mediante subidas de precio.

Imágenes | wgbieber | FirmBee

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